Luna llena, muy brillante, viento cálido, destellos de luces, iluminaban mi rostro al ver la luna crecer, me senté en el marco de mi ventana con la mirada puesta a la luz de aquella luna, esa era mi favorita, noche totalmente oscura ya para hacer su cambio con el sol para un eterno amanecer.
4:30am > debo ocultarme antes de que salga el sol, sus destellos me lastiman por cada determinación de mi hábil cuerpo.
Mientras me oculto de aquel llamativo sol, organizo mi bolso para ir a estudiar.
Soy Emily corradini una chica de 16 años, soy de una familia de vampiros, mi edad real cuenta con un balance de 135 años aproximadamente, pero lo bueno es que soy inmortal.
Me encanta porque puedo hacer lo que quiera, sin preocuparme por nada de lo que me suceda, aunque ahí tan solo una forma donde y como esta familia puede morir aun siendo inmortal.
Yo ando cursando grado once, llegue al colegio y entre al baño, busque entre mi bolso el delineador negro y lápiz del mismo color, soy muy amante al color negro.
Me estaba terminando la linea y sono el timbre para la entrada de clase, salí corriendo por el pasillo terminandome la linea y con el espejo en la otra mano, seguía corriendo hasta que, BUUUUM choque con alguien, casi me caigo pero logro agarrarme, le dije.
- mira idiota lo que haces.
- que? Hipnotizarte con mis ojos? Guiño su ojo color verde azulado.
- no fastidiarme, quitate necesito llegar a clase.
Se hizo a un lado, y salí corriendo.. Alcanze a llegar a clase, no tenia amigos ni nada, era una maldita sola en mi mundo.
Hasta que llego la maestra y cerro la puerta, pero después de un rato la abrió y la dejó entre abierta, entró un chico, y si, ese era, con el que me había estrellado por el corredor.
Dijo la maestra:
- les presento a Mac.....
- tranquila maestra puedo presentarme solo. - dijo aquel chico con ojos bonitos e interrumpiendo a la maestra.
- mucho gusto, mi nombre es Mackencie, tengo 18 años, así como lo notan, perdí dos cursos, dos terceros de bachillerato mucho pendejo no, pero eso no importa, tengo novia de 16 años y se llama Isabella.
- sisi, no te creas tanto niño, sientate andamos en clase, no en recreo- dije lloriqueando de la rabia.
- calmate linda- me lanzó un beso.
Hize cara de asco, levantando mi labio superior.