Manejando de vuelta al trabajo se sentía como un balde de agua fría, Eddie no quería bajarse de su van. Aquel día había conduciendo con demasiada cautela, sin abusar del acelerador como cada día. Lo abrumaba pensar en Steve, en que quizá ahora estaría odiandolo, pensando que un ratito homosexual estuvo pensando en meterse en sus pantalones, asqueado. Con la radio apagada, el sujeto de pantalones rotos pensaba en todas las posibilidades.
Al entrar, Steve estaba abriendo la cortina, hoy no tenía intención de acercarse a ayudar a levantarla, no querría sobrepasar su espacio personal después de lo de anoche. Steve, por su parte, tampoco tenía ganas de hablar con Eddie de lo sucedido, quizá había pasado una línea al ver lo que no debía. Así que no lo miro a la cara, ni una sola vez. Miró a todos lados atendiendo al hecho de que el letrero del costado de la tienda de música tenía luces que parpadeaban o que la jardinera del costado necesitaba una podada.
Llegaba la hora de la comida, en silencio observo a su vecino dejar su local con el encargado para irse a dónde quiera que los raros fueran a comer durante el día. Steve se sentía tonto, absurdo de sentirse mal al ver a Eddie compartir con otro, de ver que su música era cercana a otros que no eran él, como quien se siente víctima de la peor infidelidad.
La lista, en la que no había pensado desde la mañana anterior descansaba escondida en el cuaderno de cuentas, la miraba moviendo el pie de forma nerviosa mordiendo el borde de su uña anular. Necesitaba fumar. Se lanzó de su banco alto, tomó la lista y la echo en la bolsa. Cerró el local, que a pesar de tener mucha afluencia a esa hora se encontraba vacío y salió hacia la puerta trasera del centro comercial, la salida que utilizaba el personal y que llevaba a una parte del estacionamiento destinado a recoger y mandar paquetes.
Busco su cajetilla en su auto, la saco para luego recargarse un segundo en su el chasis. Encendió uno y tomo una calada profunda. Empezó su camino a la puerta metálica reparando en que había alguien al lado del cubo de basura, era Eddie. Movía la punta de su pie en el aire, enfocado en ello, Steve tenía el humo aún en su boca luchando por no ahogarse con él lo fue expulsando. El sujeto de cabellera larga y castaña le dirigió la primera mirada del día, tenía ésta mueca desencajada y apenada como buscando algún indicio de si Steve estaba enojado con él.
Steve estaba neutral parado a unos metros de él con una cajetilla en la mano. Una sonrisa cerrada salía de sus labios, no quería que Eddie se sintiese mal, él era el que estaba mal no su contraparte. Este gesto le indico que la situación no era tan mala, aún en silencio Steve se acercó dispuesto a irse, terminando toda su interacción con él.
“¿Me regalas uno?— broto la voz de Eddie de su costado, Steve se detuvo en seco sin girarse. Asintió, Eddie lo miró confuso, él se giró para tenderle la cajetilla. Sus manos se tocaron un segundo pero rápidamente el otro se alejó. Tomó un cigarrillo sacando su propio encendedor para prenderlo, Steve esperaba su cajetilla con los brazos cruzados. “Quiero decir, perdón Steve, lo que pasó anoche yo... De verdad lo siento.”
“No te disculpes, no importa. Yo, uhm no sabia que tenías pareja, no quise entrometerme” Eddie busco la mirada de Steve pero él miraba a otro lado. Él saco una sonrisa audible, ahora sí obtuvo la mirada del castaño. —Qué— golpeó el suelo con su tenis.
“Nada, Lenard no es mi novio— tiro una corta carcajada seca sentándose en el borde de la banqueta —Me viste besando con otro hombre y lo único que dices es que no sabías que tenía pareja, si que eres peculiar Harrington— dió la primera calada a su cigarro, Steve no entendía bien a qué se refería con peculiar. Se paró a su lado mirándolo fijamente desde su altura, Eddie le devolvió la mirada.
“¿A qué te refieres? ¿Porqué peculiar?— trato de quitarle importancia pero tenía un tono impaciente en su voz, Eddie miro al frente —¿Cómo más debía reaccionar?— acaso creía Eddie que Steve iba a darle una escena de celos o algo por el estilo.
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meet me behind the mall ♡ steddie
FanfictionEn el que Steve tiene un lista de cosas nuevas que le gustaría probar, y el friki del local de enfrente puede ayudarlo en uno que otro punto. © arcticture 2022