𝗣𝗿𝗶𝗲𝘀|ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍ ʸ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ

12

El celular se le fue arrebatado de las manos con brusquedad. Observo a su padrastro parado frente a él con una sonrisa que nunca había visto antes, su cerebro envío señales de alerta a todo su cuerpo, pero no se movió, su cuerpo estaba congelado.

— Deseaba tanto que tuvieras una carrera y así quedarme con lo que ganarás, pero has tardado tanto.

Alzo su mano derecha, una pistola apuntando en su dirección, justo entre sus cejas y presionando con fuerza; las lágrimas comenzaron a descender lentamente. Jisung siempre tuvo la esperanza de que apesar todo el maltrato que recibía por aquel hombre, no era tan malo si había decidido quedarse con un niño de 12 años y criarlo cuando no era su responsabilidad.

— P-papá... —sollozo Jisung intentando tomar la ropa del hombre pero este lo pateó en el estómago y le escupió en la cara.

— ¡Te dije que no me llamaras así!

Un disparo resonó en el lugar.

El cuerpo cayó hacia atras y la sangre salpicó el rostro de Jisung que permanecía en shock observando como el cuerpo de aquel hombre emitía quejidos y balbuceos mientras sangre se escurría de sus labios.

— ¿De verdad podías considerarlo un padre?

Jisung no levanto la vista para saber que ahí estaba Minho sonriéndole con sorna, aún atento al cuerpo ahora inerte de aquel quien fue el único que cuido siempre de él.

¿Qué podía hacer si fue la única persona que estuvo siempre con él después de ser abandonado por su madre y sin un padre legal? Durante años se aferró a la idea de que en el fondo de aquellas miradas molestas y labios fruncidos, él realmente se preocupaba por su seguridad, pagando sus estudios, su comida y cosas. Dándole la vida normal de un niño; los maltratos no importaban, si era golpeado o insultado.

— Mientras él no me dejara solo.

Minho arqueo la ceja divertido y se inclino hasta estar a la altura de Jisung que aún mantenía la mirada perdida, tomo de su mentón con fuerza y clavo sus uñas en su piel.

— Habría querido que no fueras opacado por aquel sol cegador que ahora es devorado por la luna. Entonces, las cosas habrían terminado diferente.

Jisung lloro y grito hasta que sintió su garganta arder y rasgarse, araño y apretó las manos de Minho que solo se quedó quieto, dejando que Jisung descargará todo en él.

— ¿Dónde está Felix? ¡Devuélveme a Felix, por favor! Haré lo que quieras, pero por favor tráelo de vuelta —rogo con la voz entrecortada y las lágrimas empañando su campo de visión.

Los oídos de Minho solo emitían un largo pitido agudo que adormecía sus sentidos, podía observar el rostro lamentable de Jisung que se aferraba con fuerza a él, rogando y sollozando, la sangre que había salpicado en algunas parte de su rostro se habían mezclado con sus lágrimas, su ropa antes limpia y pulcra ahora estaba sucia por haberse arrastrado en el suelo.

Pero seguía siendo tan bonito como la primera vez que lo vio.

— Hey, Jisung ¿Te guste en algún momento? —presiono el gatillo entre sus labios y pronto el pitido en sus oidos desapareció.