YELLOW © (one shots) J.Q.

𝙽𝚘 𝚖𝚎 𝚍𝚎𝚓𝚎𝚜 𝚎𝚗 𝙻𝚘𝚗𝚍𝚛𝚎𝚜

....𝓔𝓵 𝓮𝓻𝓻𝓸𝓻 𝓵𝓸 𝓬𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮𝓼 𝓬𝓾𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓭𝓮𝓶𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪𝓼 𝓮𝓵 𝓪𝓶𝓸𝓻 𝓮𝓷 𝓫𝓪𝓼𝓮 𝓭𝓮 𝓹𝓻𝓸𝓶𝓮𝓼𝓪𝓼 𝓿𝓪𝓬𝓲́𝓪𝓼, 𝓮𝓷 𝓹𝓪𝓵𝓪𝓫𝓻𝓪𝓼 𝓼𝓲𝓶𝓹𝓵𝓮𝓼, 𝓼𝓲𝓷 𝓸𝓵𝓿𝓲𝓭𝓪𝓻 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓵 𝓪𝓶𝓸𝓻 𝓼𝓮 𝓭𝓮𝓶𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓬𝓸𝓷 𝓱𝓮𝓬𝓱𝓸𝓼 𝔂 𝓪𝓬𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼, 𝓹𝓸𝓻𝓺𝓾𝓮 𝓯𝓲𝓷𝓪𝓵𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓾𝓷𝓸 𝓭𝓮 𝓵𝓸𝓼 𝓭𝓸𝓼, 𝓽𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓻𝓪́ 𝓻𝓸𝓶𝓹𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓵𝓪𝓼 𝓹𝓻𝓸𝓶𝓮𝓼𝓪𝓼 𝓱𝓮𝓬𝓱𝓪𝓼, 𝔂𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓵 𝓪𝓶𝓸𝓻 𝓮𝓷 𝓹𝓪𝓵𝓪𝓫𝓻𝓪𝓼 𝓷𝓸 𝓮𝔁𝓲𝓼𝓽𝓮.....

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Londres, Inglaterra
Diciembre, 26, 2022
Beatriz Thompson

El frío en Londres era una de las cosas que más odiaba de dónde vivía.

Siempre que veía las películas americanas, me emocionaba el hecho de ver el sol y los bronceados de las chicas.

Había soñado tanto con vivir alguna vez en América y poder disfrutar de los rayos de sol en mi piel.

Vivir el sueño americano del cual todos hablaban.

Y era algo que me había prometido Joseph.

Pero justo ahora estaba mirando la ventana, con los auriculares puestos, pensando nuevamente en él.

Sin duda nada nuevo cruzaba este barrio, era la misma rutina de siempre.

Los niños jugaban con las bicicletas nuevas que les habían regalado por Navidad, desde ayer en la mañana.

Trataban de no caer con toda la nieve que se estaba acumulando en las calles.

Y sin siquiera pensarlo, su rostro viene a mi mente.

Mi mejor amigo de toda la vida, mi primer amor.

Los recuerdos de él y yo jugando con nuestros patines nuevos en toda la calle, eran sin duda los recuerdos más gratos de mi infancia.

Una pequeña lágrima estaba deslizándose por mi mejilla, la detuve con mi dedo pulgar, no quería llorar hoy.

Y como si el destino quisiera burlarse más de mi, aquella canción con la cuál nos recordabamos mutuamente, ya que fue con la canción que nos conocimos.

Cada verso de esa canción, cada palabra era un significado, para mí y para él, y para nuestra amistad.

No quería llorar, pero era inevitable no ponerme mal, cuando esa canción me recordaba la promesa de hace ya más de 3 años.

Las tardes de invierno eran muy fuertes debido al clima en esa región, y sin duda era muy obvio, ya que, Londres no era el lugar indicado para vivir si te gustaba el sol, y siendo pleno Diciembre era algo que no podrías evitar, ya que el frío de colaba hasta tus huesos.

- Odio este pueblo - dijo Joseph Quinn, el novio de aquella chica peliroja - no tolero el frío - río  acostado en las piernas de Beatriz.