Toque la puerta de la casa de mi mejor amiga luego de bajarme de aquel auto lujoso. A los segundos la puerta se abrió dejando ver a Mauro Zarate. Me quedé helada al verlo y rápidamente encogi en número del pantalón para que no supiese de quién se tr...
Narra Eli: Eran las 6:25 de la mañana y Mauro ya me estaba hablando. Hablamos acerca de llevar a su hija pero ya eso no era mi asunto. Antes de irme quería despedirme de mi mejor amiga, asique eso hice. Me levanté, luego de desayunar con mi amorcito, me encaminé hacia mi antiguo depto, que por cierto lejos no quedaba. Al llegar, no me atendía, temía a que algo haya pasado. Pero ¿Quién te atiende a las 8:17 de la mañana, en vacaciones?. intenté una ves más hasta que me abrió, tenía los ojos llorosos. Algo pasó obviamente.
Eli: amiga, ¿Qué pasó? -la miré a los ojos.
Ori: discutí con Marcos ayer -me sorprendí y me senté junto a ella en el sofá.
Eli: ¿como asi? ¿él vino hasta acá? -negó con la cabeza- ¿entonces?
Ori: me llamaron del colegio de las nenas, me pareció raro porque jamas había ido ahí -asentí- entonces fuí a buscarlas, cuando las llevé al departamento de Marcos que allí se queda Eugenia, me dí con la sorpresa de se la estaba chapando allí mismo -no lo podía creer lo que me contaba- le dije lo de las nenas y salí porque no podía ni mirarlo a los ojos...
Eli: eso no tiene perdón amiga, pero no te pongas mal, él se va a dar cuenta de todo lo que perdió -asintió.
Ori: lo que más me duele es que no tuve el valor de decirle que iba a ser papá -me puse mal por ella- discutimos luego en el estacionamiento y le dije que no me buscara nunca más! -me sorprendí de ello.
Eli: te entiendo en tu dolor por aquella escena pero...él tarde o temprano se va a dar cuenta de su bebé...-asintió.
Ori: pero mientras no lo quiero ver -asentí- y vos ¿a qué viniste a esta hora? -me miró.
Eli: me voy de vacaciones y no me quería ir sin despedirme de vos bebé -la abracé.
Ori: que lindo disfrutalo mucho nena...-dijo sonriendo apenas.
Eli: y ¿sabes que? -me miraba atenta para que continuara- Mauro tiene una hija de cinco años -me miró super sorprendida- me di cuenta anoche cuando su ex vino a verlo, yo abri la puerta y me di con ese cuadro
Ori: al parecer hemos elejido caminos parecidos amiga -reímos- guarda con eso....-asentí.
Eli: me voy a Bariloche -me abrazó- vos ¿segura que vas a estar bien? -asintió- bueno cualquier cosa avisame amor
Ori: vos andá y pasala hermoso que nosotros vamos a estar de lo mejor...-dijo sonriendo.
Eli: bueno te dejo...Mauro me llama -asintió y nos dimos otro abrazo más.
La amaba, era mi otra hermana que nunca tuve, me daba bronca que Marcos no asentara cabeza y la valorara. Pero confío en esa pareja que va a volver tarde o temprano. Llegué a casa y me faltaba de hacer la maleta. Al terminarla, nos fuimos hacia el aeropuerto. Dimos nuestros pasajes y así ya nos encontrábamos en el avión. Allí nos dieron algo para almorzar hasta llegar a nuestro destino. Después de terminar me dormí.
(.....)
Después de unas horas, Mau me despertó. Habíamos llegado. Tanta emoción me corría por el cuerpo, amaba a mi novio, nos tomamos un taxi hasta dónde nos quedaríamos. Me esperaba un hotel, pero llegamos a una cabaña hermosa.
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Pero cuando entré me quedé más enamorada de mi novio de lo que ya estaba. No se imaginan, un camino de rosas hermoso hasta la cama. Me giré y lo besé. Dejé caer todos los bolsos al suelo. El beso fué subiendo de tono, hasta que de un momento ninguno de los dos tenia ropa y estabamos acostados ya en la cama, amaba en la forma que muchas veces me trataba, era lo más hermoso que pudo pasarme. Sus besos iban desde mis labios hasta mis pechos y parte de mi abdomen. Me hacia sentir bien. Lo que luego estaba debajo mío e hice todo lo que tenia que hacer, hasta que en un momento éramos uno solo. Esa hermosa sensación que me provocaba a la hora de los movimientos, me encantaba. Sus embestidas me llenaban toda, él ha sido todo lo que en estos años he tratado de buscar. Luego acabamos él estando arriba mío y a los besos. Después de eso ambos llegamos a nuestro punto máximo y al fin pude descansar bien en su pecho. Amaba en la forma que muchas veces me miraba a los ojos y me decía te amo. Sin palabras era el mejor de los mejores. Dormimos un buen rato.
Narra Mauro: Al despertarme, mi novia aun seguía durmiendo en mi pecho. Me levanté sin hacer mucho lío así ella no se despertaba. Me di un baño no muy largo, al salir me cambié por algo más cómodo. Desperté a Eli para que valla alistándose para que salgamos a comer. Una ves listos, fuimos a comer a un restaurante muy hermoso, de acá de la zona. Luego de almorzar, intentamos hacer Skype pero no nos fué muy bien, más de los pasamos riéndonos del otro que lo que hicimos el deporte. Ya que estábamos algo cansados, fuimos a recorrer la cuidad, era bastante linda, había lugares nuevos, una que otra gente nos reconocía y entonces una foto venia e iba. Hasta que llegó la noche patagónica. Volvimos al hotel nuevamente y allí nos preparamos porque tendriamos nuestra primera cita en un restaurante muy bello, el cual ya tenía una seña. Allí nos trajeron un vino muy especial y muy bueno para la ocación. Era lo mejor que estaba pasando aparte de que ella esté en mi vida obvio. Al terminar nuestra cena, fuimos a caminar por la peatonal de la city. Habíamos caminado bastante y en un instante Eli se me pierde de vista, pero menos mal que hoy en día existen los celulares; pero en fin, aproveche de ir a comprarle algo para demostrar el amor que le tengo.
Narra Eli: Al rato que le quería comunicar algo a Mau, él ya no se encontraba a mi lado. Luego le mando dónde estoy. Mientras caminaba, entré a una de las tiendas que más me llamó la atención: moda, joyería y demás. Compré muchas cosas que legué a pensar que todo no iba a entrar en la valija. Mauro va a matarme. Mientras tanto, quería llevarle algún pendiente a mi amiga, me empeñé en buscarle algo y mientras tanto encontré una gran tienda de bebés. Entré y había un conjuntito que me encanto para mi nuevo sobrinito. Cómo no sabíamos que sería le compré de color blanco, por las dudas después metía la pata. Cuando ya estábamos en el hotel, decidí acomodar unas cuantas cosas y entre ellas los abrigos nuestros que como siempre el gordo dejaba por ahí todo. Lo que más me llamó la atención era que en la campera de Mauro había algo durito en el bolsillo, me fijo de curiosa que soy y era nada más y nada menos que un anillo de compromiso. La felicidad me ganó esta ves y lo volví a guardar donde estaba. Él me pedirá casamiento, luego de todo lo hermoso que pasamos como pareja y todo lo que hace sentir. Mauro es tan particular que con solo una sonrisa puede cambiar mis cambios de humor y hasta mi ser un un día entero. Lo amo demasiado.
HOLAAAA!!!
ACTUALIZO HOY PORQUE HE TENIDO UN FINDE DE SEMANA BASTANTE AGITADO...
PERO ACÁ ESTOY COMO SIEMPRE PARA USTEDES!!!
FELIZ PORQUE YA CASI ESTAMOS CERCA DE LOS 3K!!!
MUY MUCHAS GRACIAS A TODOS LOS QUE LEEN Y LES GUSTA LO QUE CREO!!
