1. Malditas Botanas.

629 24 1
                                    

Maria Jose Garzon se encontraba parada, en ese lugar. Las lágrimas caían por su rostro, se sentía tan mal, triste y deprimida. -¿Por qué? ¿Por qué me dejaste? ¡Te necesito! ¡Te extraño!

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Queridos lectores, antes de explicarles porqué Maria Jose Garzon o como todos le dicen Poche está llorando, debo narrarles ciertos acontecimientos que sucedieron antes y que, eventualmente, nos llevan a esa escena.

Maria Jose Garzon (una morena, de ojos verde oliva y gran voz) y Daniela Calle (una pelinegra, de ojos avellana y linda voz) tuvieron un comienzo un tanto difícil, pero con el paso del tiempo terminaron siendo las mejores amigas. Las personas que las conocían de antes, no podían creerlo al principio, pero pronto se dieron cuenta de que esa amistad era sincera y que se querían mucho. Tan amigas eran que la primera persona a la que Daniela o como todos le dicen Calle le confesó su sexualidad fue a Poche, quien la apoyo incondicionalmente. Por su parte, Poche salía con Mario Ruiz, un buen, pero algo torpe muchacho; aunque nadie podía negar que quisiera a Poche.

Se podría decir que el inicio de nuestra historia se da en una fiesta. Ustedes saben que en las fiestas, el alcohol ayuda a cometer estupideces o da el valor para hacer algo. En este caso, animó a los presentes a jugar el típico juego de la botella. Nuestras chicas no estaban tan tomadas, ellas no eran de ese tipo de personas que se emborrachan en las fiestas. Sin embargo, también se unieron al juego.

Este típico juego, hizo que Poche se diera cuenta de algo, o más bien, terminara aceptando algo que siempre estuvo ahí. A Mario le tocó besar a una chica muy guapa y a Poche no le molestó en lo absoluto, se le hizo tan raro *¿Qué sucede conmigo?* pensó. Y luego, cuando a Calle le tocó besar a una chica linda, quien por cierto comentó su buena suerte de poder besar a Calle, Poche sí se puso celosa. Y fue ahí, en ese momento en el que Calle besaba a otra, que Poche cayó en cuenta de que la ojos avellana le gustaba más que como amiga. Tuvo un momento de negación, pero luego llegó la aceptación; sonrió para sus adentros y pensó *Tengo que hablar con Mario*.

Distraída en sus pensamientos, no se dio cuenta de que la botella había dejado de girar y que apuntaba hacia ella. Miró la botella y luego a quien la había girado. Su corazón comenzó a latir de prisa y juraría que también comenzó a sudar, aunque nadie se dio cuenta. La botella la había girado Calle. La chica tenía una pequeña, casi indetectable, sonrisa en los labios y miraba con timidez a Poche.

Todos gritaban "beso, beso". Los ojos avellana de la chica se conectaron con el verde oliva de la morena. Se acercaron lentamente, y al sentir el aliento de la otra en su rostro no pudieron más y cerrando los ojos, se fundieron en un tierno pero gran beso. Poche sintió fuegos artificiales, jamás había sentido eso. Supo que sólo con Calle sentiría fuegos artificiales.

Se fueron alejando, aún con la mirada perdida en la otra, como si los demás presentes no existieran, pero con el ruido de los típicos chicos festejando porque dos mujeres se habían besado, regresaron a la realidad. Se regalaron una sonrisa y siguieron disfrutando de la fiesta como si nada.

Esa noche, lo único en lo que Poche pudo pensar y soñar fue en el beso. Sentía los labios de Calle sobre los suyos y suspiraba al recordarlo. Definitivamente tenía que hablar con Mario, pero un temor le entró, *¿y si Calle no siente lo mismo?*, que Calle fuese gay y estuviera soltera no le aseguraban nada. ¿Sería mejor idea, hablar primero con Calle? ¿Tantear el terreno y ver si terminar con Mario sería lo correcto?

Después de dos días después de la fiesta, Poche lo decidió, primero hablaría con Calle. La citó para verse. La chica le dijo que fuera a cenar a su casa, pues no habría nadie, ya que Mafe (la mamá de Calle) estaba de viaje.

Poche estaba súper nerviosa y a la vez emocionada. No sabía que iba a decir, no sabía si sería directa, o si primero le preguntaría a Calle si le gustaba alguien, no sabía nada. Se arregló más de lo normal, quería estar sexy y linda para su chica, y lo logró. Tomó la botella de vino que había comprado para la ocasión y salió rumbo a casa de Calle.

A Calle se le había olvidado comprar la botana. Miró el reloj y supuso que la morena ya estaba en camino; conocía su puntualidad. Sin embargo, salió a comprar la botana a la tienda de la esquina de enfrente.

De camino a casa de Calle, Poche pensaba en momentos del pasado...

[[Si recibía un mensaje cariñoso de Mario, le mandaba una carita feliz junto con un "yo también" que contestaba el "te quiero" de Mario; pero si recibía un mensaje de Calle, una enorme sonrisa se me dibujaba en el rostro y le contestaba con más palabras, caritas y un "te adoro". En Facebook, buscaba cualquier pretexto para escribirle a Calle y podíamos tener 324 comentarios por publicación, mientras que con Mario, a lo mucho llegaban a 5. Mario, al ser el quarterback, tenía "fans" que de vez en cuando le gritaban "guapo" o le sonreían. Al ver este tipo de cosas, rodaba los ojos y negaba con la cabeza, mientras sonreía pensando *¡Ay! estas chicas*. En cambio con Calle, por ser muy bella, también tenía "fans", tanto chicos como chicas. Cuando veía a un chico coquetearle a la ojos avellana, sonreía y pensaba *Pobre chico, no tiene oportunidad*, pero si era una chica la que coqueteaba con la ojos avellana, las cosas cambiaban y sentía un malestar y me ponía seria]]

*Debí haberme dado cuenta antes, era tan obvio* se dijo a sí misma. Poche tenía una sonrisa en el rostro que no podía borrar. El simple hecho de haber aclarado sus sentimientos a ella misma, la ponían contenta y tenía esperanzas de que la ojos avellana sintiera lo mismo.

La morena llegó a casa de Calle. Se bajó de su auto y cruzó la calle. Iba a avanzar hacia el departamento de Calle, cuando escuchó un grito -¡Hey guapa! –Sonrió al reconocer la voz, se giró y vio a Calle, del otro lado de la calle. Calle estaba regresando de comprar la botana, cargaba una bolsa de papel con la botana dentro -¡Hey chica! –Saludó, también Poche Se regalaron una sonrisa.

La ojos avellana avanzó hacia la calle y miró hacia ambos lado para cruzar. Puso un pie en la calle y comenzó a avanzar hacia Poche. La morena esperaba, sonriente, del otro lado. Esa sonrisa se desvaneció, al mismo tiempo que un fuerte ruido se escuchó. Poche vio, horrorizada, el cuerpo de Calle volar por los aires después de que un auto la arrollara.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Esta es la pequeña introducción a la historia. A ver que les parece, por favor comenten y voten.

Aún en la muerte, te amare (Adaptación Cache)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora