Nota 1

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Nunca te lo dije pero creo que eres esa persona que llegó a mi vida a curar mis heridas. Te abrí mi corazón, te hablé de mis traumas de infancia y de todos mis fracasos y logros durante mi corta pero maravillosa vida. Cuando te conocí supe de inmediato que me dolería demasiado si te ibas pero aun así decidí arriesgarme, a pesar de que no tenía mucho tiempo haber terminado mi última relación (no creas que fue para llenar vacíos emocionales) yo solo quería dar todo el amor que tenía de sobra a una persona que también lo necesitaba. 


 Durante la Pandemia de Covid-19 hablábamos muy seguido, tanto como una pareja lo haría y nos tratabamos como tal, creo que ambos sabíamos lo que queríamos, solo nos veíamos por videollamadas que duraban casi dos horas (no se que tanto hablábamos pero se sentía bien), todo fluía como el agua de río. Se sentía tan bien cuando al final del día tenía con quien hablar sobre la mierda que pasaba (porque para nadie es un secreto que muchos la pasaron mal durante la cuarentena) pero me aliviaba hablar y sentir que contigo podía tener la libertad de ser yo, sin tener que ocultarme. 

El día que te ví por primera vez los nervios y la felicidad me invadieron. Ante mí estaba un hermoso chico de ojos cafés y largas pestañas que me recibía con una linda sonrisa y un abrazo tan fuerte que no me permitía soltarte, se sentía muy bien por fin ver a la persona con la que tanto hablaste por chats y solo viste a través de una pantalla de celular. 

Ese día, más tarde en la noche el hambre toco la puerta y fuimos a cenar. Fue un desastre, recuerdo que derramaste la gaseosa sobre la mesa, lancé una estruendosa risa y todos nos miraron y ni se diga la forma en que le echaba salsa de piña a la comida se me untaron las manos, fue gracioso. 










COSAS QUE ESCRIBÍ PERO NUNCA DIJEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora