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—Poemas de una madre

Siento que mis hijos están creciendo más de lo que deberían crecer los niños y este pueblo se está volviendo demasiado pequeño para llevarlos. Estaban más seguros dentro de mí.
Mi marido murió en un accidente de avión, pasaron días buscando su cuerpo en el agua. Todavía estoy intentando encontrarme sin él.
Empecé a escribir poemas después de su muerte y los público en Facebook. Pero los mejores, los que me ahogan, esos nunca se los enseñaré a nadie.
Antes de pasar los 89 años ya los habré quemado, porque sentiré que nadie es capaz de comprender como dos personas podían haberse adorado tan desesperadamente una a la otra.
Tal vez si me hubiera pegado o hubiera dormido con otra mujer, incluso si me hubiera abandonado, eso habría echo que fuera más fácil olvidarlo.

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