prólogo

33 3 0
                                    

Año 2018
Tiempo pasado

Mi mente no podía aceptar lo que en estos momentos estaba escuchando. La deshonra que mi corazón siente, traición, dolor.

— Lily, solo fuiste más que un pasatiempo — Hunter sonreí con burla al ver cómo sus palabras me causan dolor —. Sos muy débil para ser la reina de los cinco preciosa, esto — nos señala — no iba a llegar a nada.

Mis lágrimas caen como cascada por mis mejillas.

Ellos decían amarme, adorarme cómo yo a ellos, cuando me contaron la mafia que manejaba su familia y que ellos eran los herederos, no sentí miedo ni los abandone por ello.

Miro a Hunter con desprecio — no puedo creer que me entregué a ustedes en cuerpo y alma, me arrepiento totalmente. — el haberles dado mi virginidad da vergüenza de mi misma.

El suelta una sonora carcajada llena de sarcasmo.

— No te mates pensando en eso, amor, eso para nosotros no fue más que una simple cojida con una puta — se me va el aire de los pulmones, soy y siempre seré una más de su lista.

Miro al hombre frente a mi, corpulento y con mucha superioridad y orgullo en su aura, una perdida de tiempo con su personalidad.

Hunter es rubio con heterocromía, un ojo verde y uno negro, un Adonis con todas las palabras, cómo sus estúpidos hermanos.

Adrik, el mayor y más arrogante.

Christian, el idiota que le sigue.

Hunter, ya lo conocen, no tiene arreglo.

Aedus, cariñoso por fuera, podrido por dentro.

Malcom, el menor, nacido en una perfecta cuna de sangré.

Cada uno de ellos son tan horribles por dentro pero tan hermosos por fuera. Unos perfectos demonios.

— Preciosa, se que soy hermoso, pero deja de mirarme así — susurra con sarcasmo con su cara cerca de la mía.

Me sobresalto al verlo tan pegado a mi, sintiendo su nariz rozar la mía, me separó con degradado.

— Tan hermoso por fuera, tan podrido por dentro — le hablo con pena fingida mientras algo un puchero.

El frunce el ceño mientras piensa las palabras que dije. — no olvides que lo más hermoso siempre viene en caja de oro, Lily — susurra con la voz ronca.

Mi cuerpo se estremece al escucharlo, se perfectamente a lo que se refiere.

A los de alta sociedad los crían como si fueran a ir a la guerra una vez cumplan los 18 años, los preparan de una manera que te miran y te destrozan, eso hicieron con ellos.

Fríos, controladores, calculadores y.. asesinos.

— Tu no olvides que la caja de oro no tapa lo feo que puede llegar a ser su contenido. — hago una mueca de desagrado, como pude enamorarme de estos hombres.

— Feo — saborea la palabra en su boca mientras sonríe con sonrra — somos lo bastante feos como para cogernos a cualquiera que quisiéramos.

Sonrió mientras me seco lo que quedan de lágrimas, ya no siento más que asco y odio hacia ellos.

— No te confundas, son hermosos, pero esas caras y cuerpos que tienen no les van a dar una familia, no van a tener unos hijos y ser buenos padres solo con tener belleza, corazón — realmente que sean hermosos no les va a dar felicidad, por qué aunque estén en un mundo tan oscuro y peligroso como el de la mafia, no significa que no quieran una vida con una mujer y hijos que los reciban en casa para la cena.

Hunter me mira fijamente, como si estuviera metido en su mundo.

— Lilu, nosotros no estamos hechos para ese tipo de vida, por más que la deseemos — se me encoge el corazón al escucharlo llamarme por el apodo que ellos me pusieron.

En verdad es difícil tener una familia con la cual contar en todo momento, más cuando la traición y muerte son las que mandan en su mundo, la lealtad es un sacrificio para muchos y un regalo para otros, difícil de conseguir, fácil de romper.

Adrik una vez me dijo unas palabras que nunca pude olvidar, fueron muy sabias de su parte, fue una de las únicas veces que me habló sin su abundante arrogancia de por medio.

"Lily, en mi familia hay un lema muy especial, uno que ronda de generación en generación, si tú no puedes serle fiel a tu esposa una vez te casas, no eres el indicado para ser participe de la mafia. Si no cuidas la lealtad que crearon con tu esposa, quien dice que vas a cuidar la lealtad que te dieron en la mafia".

Aunque sienta tanto odio hacia el por como me desecho como si no fuera nadie, se que esa palabras me van a servir en lo que me queda de vida.

Sigo sin saber cómo fue que el me contó algo tan íntimo, sabiendo que no era nada más que una cojida para ellos, que el año de novios que estubimos juntos no fue más que diversión.

Ellos nunca me amaron cómo yo a ellos.

— Es hora de que me vaya, Lilu — Hunter dice mientras mira el reloj caro en su muñeca.

Siento como se me forma un nudo en la panza, respiro profundo aguantandome las lágrimas, no los voy a ver nunca más en mi vida, ellos nunca se dejan ver, todavía no se cómo fue que conocí a Aedus.

— Solo vete — susurro tosca, mientras desvío la mirada hacia un lugar nulo — y dile a los demás que ojalá se pudran el el infierno, cómo lo hizo ella.

Sonrió con tristeza.

Mi hermana melliza, Lira, era igual que yo, solo que ella no escondía su verdadero ser bajo una capa de inocencia falsa.

Y eso mismo la mato. 

Fue doloroso saber que mi otra mitad ya no estaba conmigo, que no íbamos a reír ni llorar más juntas, ella misma se lo busco.

Recuerdo haberle dicho a papá que iba a ir a matar a ese idiota por haberle hecho eso a mi hermanita, pero como siempre, algo pasaba.

Los conocí a ellos.

Hunter me mira confundido sin saber de quién hablo y nunca lo van a saber.

— Fue lindo mientras duró — susurro con los labios temblando de la impotencia, solo fue un estúpido juego más para ellos.

Hunter agarra sus cosas y sale de mi departamento, dejándome cómo siempre estuve antes de la muerte de Lira.

Sola.








Espero que les haya gustado el hermoso prólogo, le puse mucho amor y dedicación, aunque no estoy segura si es muy corto o muy largo, a mi me gustó.

Acuérdense de dejar un voto y no ser lectoras fantasmas, está prohibido ese tipo de lectoras en este libro.

Un besito.

R.R

EL PECADO DE LILITH. #1 (primer libro de la saga en proceso.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora