Para salvar al mundo

Capitulo 8

"Los trabajadores están en huelga contra Schnee Dust Company hoy en la Fábrica #2, quejándose de las copiosas cantidades de alguna sustancia negra que cae del cielo. Los trabajadores afirman que es un subproducto de la contaminación de la fábrica de la Compañía, pero un representante de la Compañía negó sus afirmaciones, expresando condolencias y confusión en cuanto a la naturaleza detrás de este fenómeno inusual..."

Así anunció el presentador de noticias. Pyrrha se sentó en silencio, escuchando con apatía. Estaba en un salón recreativo en Beacon, con la barbilla apoyada en la mano, mientras otros estudiantes conversaban, escuchaban las noticias, leían y hacían sus deberes a su alrededor.

Ella, sin embargo, estaba perdida en sus pensamientos.

Por primera vez en su vida, se había despertado con un grito. Jadeando, temblando, con lágrimas en los ojos.

Afortunadamente, pudo evitar cualquier preocupación de sus compañeros de cuarto. Solo una pesadilla. Nada serio.

Y no lo fue, al final. Los sueños son sueños; terminan cuando el soñador se despierta.

Pero por alguna razón, ella tenía el sentimiento opuesto. Se sentía como si todavía estuviera soñando. Como si su vida fuera un sueño, un hermoso y glorioso sueño, y que pronto tendría que despertar de él.

Se había ocupado de su día con normalidad, pero sus pensamientos siempre se alejaban, de vuelta al sueño que tenía. Ella lo llamó una pesadilla, pero no le dio miedo. Ella tampoco lo consideraba malo. Sin embargo, fue doloroso; ella recordaba mucho.

Aún le dolía el corazón, pero no solo de pena. No solo con pena. Dolía con anhelo mezclado allí también.

¿Pero para qué?

Su mente regresaba una y otra vez a esa pregunta, a ese sueño, a ese sentimiento inexplicable que la consumía. Pena, añoranza y sufrimiento, y algo más.

Hasta el momento, no había encontrado ninguna respuesta.

Con un suspiro, cuando sonó la campana para su próxima clase, se puso de pie y se volvió a concentrar. Después de todo, las expediciones Grimm estaban a punto de suceder. Necesitaba apoyar a su equipo. Y, pensó a regañadientes, tendría que tratar con su asistente de instructor, que se quedaría con ellos durante los pocos días que estarían fuera.

Peleó bien, al menos. Podía ver de dónde procedía su confianza. Pero su comportamiento no tenía mucho sentido para ella: la miró fijamente como un fan enamorado cuando se conocieron, y luego peleó brutalmente contra sus alumnos al siguiente, y luego pareció sacudirse su agresión cuando luchó con ella respetuosamente a un dibujar. ¿Era esto solo un estilo de enseñanza de "amor duro", como Glynda?

Sacudiendo la cabeza para liberarse de estas distracciones, empacó sus cosas y se dirigió a su próxima clase. Ella puede pensar en ese sueño y esas preguntas más tarde. Ahora mismo, su equipo la necesitaba.

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El equipo RWBY había conseguido su misión: saldrían en misión con el profesor Oobleck, siguiendo las pistas que tenían en el sureste (gracias al profesor Ozpin, que amablemente les permitió asumir la misión). Agregue la llegada de Zwei por correo y el regreso de Velvet mencionando cuántos Grimm había en la misión de su equipo, y Ruby tenía mucho en qué pensar antes de que comenzara su misión.

Pero se encontró distraída. Su mente seguía volviendo al extraño enmascarado con el que luchó y al nuevo instructor Emiya Shirou. El estilo de las espadas gemelas se veía muy similar entre ellos, pero sus gestos parecían muy diferentes, hasta que no lo fueron. Shirou era gentil y amable en sus relaciones con los estudiantes, siempre educado y reservado en su discurso, recordándole mucho el aura caballerosa que tenía ese intruso; pero luego lo puso en el ring y fue brutal y sediento de sangre (al menos no llegó a causar daño real), y aún así siempre se negó a usar su aura, muy lejos de su batalla con el intruso esa noche, que fue casi como un baile. entre espada y guadaña, elegante y carente de malicia.