Changes 2||WinRina G!P

15: Si Uno

-Minjeong-ah, tardaste mucho...- Habló Karina cuando terminé de llegar a la estación. Estaba agotada física y mentalmente, no dormí muy bien. Me tiré encima de ella dejando caer todo mi peso, tambaleó un poco, pero no me dejó caer.- ¿Estás cansada? Ven, te llevo a mi departamento.

Tomó mi maleta y mi mochila, no quise protestar, apenas podía caminar por cuenta propia. Subí a su auto que no sabía que existía. No recuerdo haberlo visto cuando era ella.

-¿Vamos a tardar? -Pregunté en voz baja, no tenía energía.

-Algo, duerme. Yo te despertaré, cariño.- Murmuró dulce mientras encendía el motor. Sin decir nada me quedé dormida en el asiento del copiloto.

Sentí que alguien me veía, abrí mis ojos lentamente encontrándome con la mirada de Karina sobre mí, una sonrisa inconsciente se formó en mi cara

-¿Hace cuánto llegamos?

-Hace 20 minutos, pero te veías tan tierna durmiendo que no quise despertarte.- Me levanté un poco y tomé sus mejillas entre mis manos sin quitar mi sonrisa, por inercia cerró sus ojos al sentir mi respiración cerca de su cara, finalmente la besé.

Su lengua pidió acceso a mi boca y se lo concedí; intensificando de esta forma el beso. Extrañaba sus labios. La extrañaba a ella y no me importa si eso es irracional porque sin importar cuán molesta estaba aún sentía algo por ella.

Se levantó de su asiento hasta sentarse en mi regazo, Miré cuidadosamente por las ventanas y no había nadie cerca, era extraño porque eran como las 11 AM, no pude pensar más cuando sentí a Karina moverse sobre la erección que no sabía que tenía.

-Rina, alguien nos puede ver...-Resopló y regresó a su lugar.

-Como digas.

-Linda, yo quisiera la verdad, pero debo hablar algo contigo. Algo importante...-Su ceja se arqueó, pero estuvo de acuerdo, con ese leve movimiento de cabeza me lo dio a entender. Ella a veces era muy tierna y muy ardiente, increíble.

...

-Entonces...- Se dejó caer en su cama, observé su habitación más ordenada que la vez que fui, sí había leve desorden, pero no mucho.- ¿Qué querías hablar?

Su sonrisa amable me quitó los nervios que adentraban en mi cabeza, miré sus ojos y le sonreí de vuelta hasta sentarme a su lado.

-¿Por qué aún le hablas a Sunmi?

Jimin se tensó y me miró con sus ojos abiertos con sorpresa, temí la respuesta.

-No es que le hable, me la encontré un día saliendo del hospital cuando mi padre estaba ahí. Medio hablamos, se disculpó conmigo y todo, eso no te trajo de vuelta a mí.- Se calló.- No realmente, pero terminé aceptando las disculpas, solo que me pidió mi número, se lo di y ya, yo no le hablo.

-Jimin, ¿y si hace lo mismo?

-¿Desconfías de mí? -Me miró incrédula, negué.

-Solo que eres algo... distraída y torpe, tardas en darte cuenta de algo y cuando lo haces es tarde. Me refiero a que ella podría usar eso, ya van dos veces o más, no lo sé.-Mordí mi labio y sentí su mano apoyarse en mi hombro.

-No pasará. Además me gusta una chica amargada, con un humor del culo. Que siempre parece harta del mundo, pero cuando está feliz parece que ilumina todo a su alrededor, es como mirar un lindo paisaje que cualquier pintor quisiese retratar para encapsular ese momento. ¿Y sabes? Quiero ser ese pintor. Quiero ser quién te vea sonreír y ser el motivo, quiero tantas cosas contigo que no puedo pensar con claridad cuando te veo.

-Maldita poeta...- Musité y su sonrisa se agrandó hasta dejarme apreciar sus dientes.- Pero sólo mía...

-Nunca dejé de serlo, solo dime algo y lo haré.

-Bésame.- Ladeó su cabeza.- Karina, quiero que me beses como la primera vez que lo hiciste. ¿Recuerdas? Ese día mientras me cantabas Moonlight, ese día sentí tantas cosas en un segundo. El tiempo que mantuvimos sellados nuestros labios fue tan insuficiente, quería más, queríamos más, ¿lo recuerdas? Quiero besarte bajo las estrellas, no necesito a nadie más, solo a ti.
Me dolió verte con alguien más, ¿sabes cuánto? Demasiado.- Sentí su respiración cerca de mi rostro, sus ojos se veían tan lindos, tan ella. Sostuve su espalda baja con mi palma hasta sentirla más cerca.- Sentí mi corazón romperse, creo que ese día una parte de mí se quedó contigo y me enojé mucho, no quería verte. ¿Sabes por qué? Porque sabía que si te veía, iría hacia ti, sin importar cuánto me gritara mi orgullo que no, yo lo haría. Estuve a punto de hacerlo cuando te vi un día que iba de regreso a Incheon, fui a Seúl a buscar unas cosas, entonces te vi. Me quedé estática, en ese momento yo estaba en tercer año de medicina, había pasado tanto desde que nos vimos, cuando reaccioné salí huyendo.

-Espera, ¿me estas diciendo que no vi mal? -Nuestras miradas se conectaron nuevamente, que para ese momento yo miraba de todo menos a ella.- Joder, yo... Yo te seguí, estaba yendo a dejarle algo a Wendy cuando te vi, sentí mi corazón acelerarse, pensé que había visto mal, te vi a lo lejos. Justo cuando empecé a caminar hacia ti, empezaste a correr, te perdí de vista. Lo último que vi fue un hilo que se esfumó en un segundo, por eso pensé que estaba alucinando.- Sentí mis mejillas arder.

-No sé cómo me perdiste de vista si me caí un metro después de correr...-Se está aguantando la risa, lo puedo ver en su cara.- Anda, ríete.

-N-no, no haré eso, solamente, ¿por qué siempre vuelves graciosos nuestros momentos íntimos?

-¿Dices que arruino la atmósfera romántica?

-Para nada, bebé.- Tomó mis cachetes y me dio un beso esquimal.- No arruinas nada. Además me gusta eso de ti. Me gusta TODO de ti, ¿está bien? -Hizo hincapié en el todo, y se acercó hasta que por fin nuestros labios se sellaron en un beso puramente amoroso, sin índole sexual, sólo podía sentir cuanto la amaba, ese beso que despejaba mis dudas anteriores y si habían futuras, ella sabría desaparecerlas. Le daré mi todo.

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Les juro que no la regresaba si no fuera que mi yo de hace dos meses escribió esto en notas jaja

Gracias por leer 🤝