Casi en el cielo

Capítulo 6

Godfrey llamó a la habitación de Jean sin recibir respuesta. Tocó una vez más la puerta y al fin escuchó su voz llamándolo desde adentro.

—Adelante...—Jean se levantó del sofá en el que se había quedado dormido. Su aspecto no era el mejor. Godfrey lo observó levantarse y después desplomarse en la cama.

—¿Se siente bien mi Señor?

—Envía un mensajero a cancelar mi reunión con el Barón...continuaré al mediodía—fue todo lo que Jean mencionó antes de darse la vuelta para seguir durmiendo.

En la habitación contigua, Mikasa ya se encontraba despierta y acompañada por las damas. Había aceptado que la ayudaran con su peinado, se sentí adormecida pero ya no podía dormir más. Permaneció en silencio mientras sentía el cepillo pasar entre su cabello.

No estaba segura de cómo sentirse después de la noche anterior, Jean parecía estar molesto con ella, pero no comprendía su disculpa al final de la noche. Suspiró pesadamente. Definitivamente no tenía idea de lo que pasaba entre esposos cuando dormían juntos en la noche, ahora que lo sabía se sentía avergonzada por su falta de experiencia

Miró a su alrededor a las damas que estaban finalizando de decorar con flores la larga trenza que habían dejado caer por su hombro. ¿Ellas sabrían lo que pasaba entre un esposo y su esposa por la noche? Entonces...

¡¿Sabían lo que había pasado entre ella y Jean la noche anterior?!

Llevó su mano derecha a su frente

Godfrey...¡Godfrey lo sabía!

Y Jean lo sabía. Le parecía que todo el mundo, excepto ella, lo sabía.

Ahora tendría que bajar a desayunar y verlos a todos y deseaba poder cubrirse el rostro para no tener que afrontar sus miradas.

Bajó despacio por las escaleras y entró al comedor, pero no había nadie. Sólo se había colocado un servicio en un lado de la mesa. Se sintió un poco aliviada y se sentó a comer.

Fue hasta minutos después que de nuevo empezaron las preguntas en su cabeza. Jean siempre bajaba temprano a desayunar ¿Por qué no estaba ahí?

Como si tratara de disimular sus propios pensamientos tomó una pieza de pan y empezó a untarla con mantequilla.

¿Se habría ido temprano? ¿Se encontraba trabajando? Tal vez había desayunado en su estudio...No, sería la primera vez...¿Acaso no quería verla? ¿Tan mal habían salido las cosas la noche anterior?

¿Tan decepcionado estaba de ella? Pero ella no tenía forma de saber qué tenía que hacer en la cama...si tan sólo alguien se lo hubiera dicho antes, pero ningún adulto tocaba el tema, sabía lo que había escuchado y creía entender.

—Buenos días mi Señora...¿Va a querer más mantequilla en su pan?—la voz de Godfrey la hizo detenerse y ver hacia la pieza de pan en su mano, la cual ya estaba totalmente recubierta en una gruesa capa de mantequilla, lo bajó despacio a su plato .

—Buenos días Godfrey...Jean...¿El Señor salió temprano hoy?

—No mi Señora. Vine a decirle que no bajará a desayunar...se encuentra un poco...indispuesto

—Oh...—Mikasa bajó la mirada. Jean seguía ahí, pero estaba indispuesto...a verla, concluyó.

Agradeció el desayuno y subió de nuevo a su habitación. Pensó en ir con los niños, pero no se sentía con el mejor ánimo. Al final decidió ir a la biblioteca en donde siempre encontraba algo en qué entretenerse, un libro, una figura o alguna pintura.