Una historia realista.

6 0 0
                                    

Haz caminando toda tu vida en el bosque nevado, eres un viajero errante con tu abrigo puesto, guantes y gorro. Así toda tu vida, caminando por la nieve con frío, pero protegida con tu poca ropa. No tienes un lugar a donde ir en específico, pero siempre sigues en movimiento tratando de sobrevivir.

Tu viaje siempre ha sido solitario, solo tu y el mundo a tu alrededor. Pero un día, sin aviso, como si fuese un acto de magia una cabaña aparece a lo lejos. Sale humo por la chimenea, lo cual hace que luzca muy acogedora y segura. Las personas dentro te dicen que eres más que bienvenido, te alimentan, te dan refugio y protección.

Entonces comienzas a acostumbrarte a eso, comodidad, seguridad, fuego para calentarte todos los días, y pasa tanto tiempo que eso comienza a ser lo más normal del mundo para ti. Lo cual no te deja pensar que puedas tener algo diferente y empiezas a creer que será de esa manera toda vida, puesto que fue lo que siempre estuviste buscando después de todo.

Pero un día, sin aviso absoluto, intentas entrar a la cabaña y te das cuenta de que la puerta está cerrada. Buscas tu llave y no puedes creerlo, pero cambiaron la cerradura. Tocas la puerta y nadie abre, tocas una vez más y solo hay silencio. Gritas y haces todo el ruido posible, pero permanece cerrada. Tenías tanta seguridad de que entrarías tan fácil y rápido como siempre, que olvidaste tu abrigo, guantes y gorro adentro. Y solo traes puesta ropa delgada y ahora empieza a nevar.

Y asi es como se siente, te han dejado sin refugio, sin ropa, sin comida y en completa soledad en el frío invierno sin la más mínima explicación y, además, lo poco que te pertenecía para protegerte del helado mundo se ha quedado dentro.

Entonces te quedas lamentándote en la puerta, congelándote, hambriento, sin protección, con miedo a lo nuevo que habrá afuera y con muchísima frustración porque no tienes ni la más mínima idea de cuál fue la razón por la cual te prohibieron la entrada de nuevo al que era tu hogar.

-Olympia S. Garzon.

SIN PODER DORMIR / POEMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora