Pueden comenzar a llamarme Lucifer.

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Ellos dicen que voy caminando con el Diablo, que mis sentimientos son ajenos a lo bueno.

Ellos solían enseñarme sobre Pablo, pero ahora soy la peor pesadilla del nazareno.

Dicen que el amor que siento es un pecado, que es abominable siendo una, desposarse a otra mujer.

No me importa lo que opine su obispado, si lo desean pueden comenzar a llamarme Lucifer.

Me sentencian a la muerte espiritual, porque no pueden respetar mi corazón.

Esto no viene del cielo, es cultural, ¡Que se vaya a la mierda su puta religión!

Si Dios existe, Él no me haría esto, no iría por allí haciéndome sentir un fracaso.

Su maldita organización se ha descompuesto, el número de personas buenas es escaso.

Callen de una buena vez sus cuchicheos, que son ustedes los primeros en tirar la piedra y esconder la mano.

Siempre demuestran ser una vil bola de fariseos. Hasta yo, siendo gay, soy mejor cristiano.

¡Dios manda esto Dios manda aquello!El verdadero Dios no me haría desear morir.

Quieren que les haga promesas poniéndome un cuchillo en el cuello, cuando Dios sabe que lo que he intentado es sobrevivir.

Yo no escogí perder el respeto de mi familia, y una presa no hará desaparecer la presión de una corriente.

Esperanza y sus besos es lo único que me auxilia, porque después de todo para ella si seré siempre mucho más que suficiente. 






SIN PODER DORMIR / POEMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora