Capítulo XXVII: Gracias...

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Después de reírse mucho de como su novio hacía puchero ante un niño con cuidado se le acercó con este.

Tobio pareció entender por qué de inmediato levantó los brazos con la intención de que lo amarque.

Suga no se preocupo por eso pues se notaba a kilómetros que el cenizo golpearía a cualquier que llegara a lastimar al pequeño pelinegro.

Shoto vio atento al niño negándose haciendo que el pequeño le haga un puchero triste, eso toco su frío corazón suspirando y extendiendo sus brazos para cargarlo.

Ya en sus brazos tobio le sonrió, el por reflejo lo imito.

Alzando su vista topandose con la mirada brillosa de su novio, que los veía con ternura y cariño.

Esto hizo que su corazón latiera muy rápido sonrojandose y para cubrir tal hecho utilizo a tobio quien solo río.

– eso hace cosquillas...– decía el niño riendo.

Shoto no dijo nada solo se siguió ocultando... haciendo reír a su novio y amigos.

Bastaron unos minutos más para que el bicolor se calmara.

Cuando lo hizo por completo dejo ver su rostro que ya tenía su color natural, no el rojo que anteriormente poseía.

Tobio lo miraba curioso y divertido tocando su cabello, claro que también con cautela por que no lo conocía del todo, no era como estar con semi o su papá.

Shoto solo le sonrió dándole confianza.

– bien es hora que vuelvas con kats...–dijo el alfa al niño quien solo asintió y volteo a ver al cenizo.

Katsuki los veía con una sonrisa esperándolo estiro sus brazos y volvió a él.

Sintió como el omega le daba pequeñas caricias que lo hicieron bostezar y acomodarse en su hombro, sentía como lo movían de un lado a otro tarareando una canción.

Sonaba tan bien, se sentía a gusto que de a poco cerro los ojos dejándose llevar al reino de los sueños.

Todos estaban atentos en la interacción de esos dos, suga y daichi estaban abrazados viéndoles con una sonrisa que reflejaba cariño, la escena era muy hermosa.

Shinsou por su lado estaba grabando para tenerlo de recuerdo.

Los amigos de nuestro cenizo sonreían contentos al verlo tranquilo.

Shoto lo veía con amor imaginándose un cachorro de ambos.

Sonrió como bobo al imaginarlo, seria un mezcla perfecta de ambos. Su hijo tendría el cabello rubio con mechones blancos, ojos rubíes como su precioso omega y su personalidad tranquila; estaría bien si es un omega o alfa o beta lo que le importaba en realidad es que su hijo naciera sano y creciera con todo el amor que él  y katsuki le brindarían, esperaba hacerlo bien.

Ante tal pensamiento suspiro llamando la atención del cenizo quien lo observo esperando a que hable pero no lo hizo, en cambio negó y le dedico una pequeña sonrisa tratando de calmarlo; tal vez luego se lo contaría a ver que reacción tendría. 

 

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