LISOO ⟩ One Shots +18 (En Edición)

capitulo 17.5: poemas. (G!P)

Desde hace muchísimo tiempo una joven llamada lalisa recibía casi todos los días a la puerta de su casa a el cartero con un pequeño sobre bien decorado y detallado para ella, sobre que dentro de el solo yacía un nuevo poema escrito por alguien que siquiera conocía o más bien, no dejaba firma.
Llegó a acostumbrarse a ello, de alguna forma recibir palabras tan bellas diariamente le ponía de buen humor, no solo por los lindos poemas que le dedicaba y cada detalle que dejaba ver, sino por la gran curiosidad que dejaba en ella al no saber quien sería ese gran caballero que se interesaba tanto en ella, esa curiosidad de saber quien era esa linda persona que le veía con tanto amor, aunque le molestaba no tener alguna pista para saber de quién se trataba. Ella incluso intento sacarle información al cartero, pero nunca funcionó, pues este tenía el estricto código de "no dar información personal" de ninguno de sus clientes, así que solo le quedaba tener esperanzas de que algún día se presentaría ante ella quién escribía esos versos o obtener alguna simple pista.

Por otro lado, teníamos a la joven poeta Kim jisoo, sumamente enamorada en secreto de la ya antes nombrada, lalisa.
Fue curioso como la conoció, lalisa trabaja en una cafetería al cual sus amigas y ella iban de manera frecuente, lalisa era nueva, se encargaba de atender a sus clientes e igual de la preparación de varias bebidas para las mañanas, quizás suene cliché, incluso algo estúpido, pero apenas vió a la rubia y le dedicó una pequeña sonrisa al mal chiste que había hecho estando ahí con sus amigas, juró que había quedado totalmente enamorada de ella, tanto que incluso la dirección de su hogar había podido encontrar, algo acosador pero al menos tenía buenas intenciones.
Ella iba prácticamente todos los días a la cafetería, siempre puntual para todo, escribía el próximo poema para su amor a las 7 pm, dormía a las 9, se levantaba a las 6 AM para entregar su carta y darle de esa forma unos buenos días a lalisa, por último, llegaba a la cafetería exactamente a las 7:30 AM, justo cuando abría la cafetería y se encontraba lalisa cómo siempre presente para atenderle, siquiera le importaba el hecho de gastar dinero innecesariamente solo por verla, para ella valía la pena hacerlo, le gustaba, no, la amaba, la amaba aunque sus charlas fueran cortas, la amaba sin importar el como se había enamorado de manera tan repentina de ella, al principio creía que sería temporal, que solo le había atraído, pero se dió cuenta que no había sido así, luego de darse cuenta de el como su corazón bombeaba con rapidez al verla, el como rogaba por su atención y al menos un simple roce entre sus manos, era feliz con ello por más pequeño que fuera, una verdadera lastima de que no fuese capaz de invitarle a caminar o incluso hablarle por un lapso mayor de tiempo que no fuesen solo 3 minutos.

Era de mañana, un glorioso viernes cálido y acogedor, se escuchaban los pájaros cantar continuamente y el olor a café estaba prácticamente por todo el departamento de jisoo, la cual se encontraba un poco somnolienta mientras veía la hora en su teléfono, sonrió con orgullo al ver que no se había quedado dormida, suena extraño, pero si se trataba de ir a la cafetería para ver a lalisa nunca fallaba en su puntualidad, en cambio si se trataba de alguna otra cosa siempre era un desastre, llegando tarde, cómo era de esperarse para todos sus allegados. Suspiro y se levantó de su lugar mientras revolvía su cabello con su diestra y bostezaba, eran exactamente las 6:07 AM, no podía perder su tiempo y tardarse, su "gran amor" le esperaba como siempre en la cafetería.

Optó por darse una ligeramente larga ducha, saliendo del baño con un crop top en su dorso y la toalla de baño enrollada en su entrepierna, cubriendo de la cintura para abajo, saliendo así de la cocina encontrándose con su compañera de cuarto; jennie Kim, la cual juro tener un derrame nasal al ver a jisoo prácticamente semidesnuda frente a ella, era normal en ella, pero por más pasara el tiempo no lograba acostumbrarse, menos si se trataba de una chica tan guapa como jisoo.

- buen día, Jen, ¿Dormiste bien?- pregunto la pelinegra con amabilidad mientras se acercaba y daba pequeñas palmadas en su cabeza, formando una ligera sonrisa con sus labios.