No existe la casualidad

Como en los viejos tiempos(parte 2)

Yuuta y Pimiko se encontraban caminando por el distrito Shibuya; ambos usaban ropa larga ocultando sus caras y manteniéndose juntos pero estando alerta aunque estuviera caminando entre la multitud siempre estaban así preparándose si había peligro

-Sensei-hablo la joven en voz baja que tenía un antifaz negro cubriendo su cuello y parte de su boca-¿esta seguro que está persona es un aliado?, podría llevarnos a una trampa y el pie

-tranquila Pimiko-hablo el anciano con una voz serena-aun con las circunstancias de la vida, los aliados más cercanos siempre mantendrán su lealtad por los viejos tiempos. Se precavida con tus amistades y a quien le das tu confianza. ¿Entiendes?

-si sensei

Sin más se detuvieron en un restaurante de ramen. Al entrar vieron que el lugar estaba medio vacío pero fueron al fondo de las mesas donde había otro hombre anciano; no tan grande como Yuuta pero si mayor de los 60.

Ambos Hamatos tomaron asiento al otro extremo de la mesa quedando de espaldas y sin verse a la cada. El otro anciano sacó con cuidado un sobre que tiro al suelo y paso por debajo a Yuuta

-la invitación cubre a 4 personas. Tengan cuidado en las revisiones que en ocasiones se escojen al azar a personas para inspeccionar su ropa y debajo de sus antifaces.

-¿algo más que saber?

-si, que no los atrapes

-tranquilo...mi equipo se asegurará en no dejar huellas y cualquier cosa..tu y yo jamas nos vimos

-que así sea Yuuta-el mesero llego con la cuenta del informante-suerte y cuídate

-tu también Nakamura-al pagar su cuenta se retiro. Yuuta guardo la carpeta en su gabardina y abrió abrió menú para no verse sospechoso

-sensei...porque nos ayudo si trabaja para el pie

-el no trabaja para el pie con gusto. Luego de que nuestro clan cayera muchos tuvieron que luchar en contra de Saki pero su destino terminó como el nuestro. El resto de los clanes no les quedó de otro más que jurarle lealtad a Destructor

-es decir fueron obligados a esa vida a cambio de no morir-Yuuta asento, la chica apretó los puños molesta-maldito Destructor. Cuando tenga la oportunidad y el poder acabare con ese malnacido

-Pimiko-el anciano golpeo la mesa haciendo que la mirada asesina de la chica desapareciera reaccionando-que te he dicho de pensar en la ira y la venganza

-que son sentimientos negativos que autodestruyen a uno y....solo traen cosas malas

-así es, si quieres ser una buena kunoichi debes controlar tus sentimientos e impulsos

-si sensei-se disculpo bajando la mirada, el anciano suspiro y acaricio la cabeza de la joven

-esta bien nieta...no es tu culpa. Solo recuerda, el control sobre ti lo es todo; como kunoichi y como persona

-no entiendo porque sigues diciéndome nieta. Ni siquiera somos parientes sanguineos

-no se necesita la sangre para ser familia. Para mí siempre serás mi nieta aún con los errores de tu "padre", no lo olvides Harumi

-ya te lo he dicho varias veces...soy Pimiko

-si, si, si...Pimiko la "fantasma tejedora". Ni siquiera entiendo porque usar un nombre así

-cada ninja del clan Hamato tiene u apodo por sus talentos o su llama interna. En mi caso que mejor nombre que me describa a mi y-acomodo sus guantes los cuales en el centro amarrado había un pequeña rueda con hilos delgados de metal que relucian con la luz-saber manejar estos perfectos guantes-ella extendió el brazo haciendo que un par de los hilos fueran lanzados hacia la mesa conjunta amarrando una botella de agua y atrayendola a ella, atrapandola sin problema