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Si Sejeong debía decidir qué trabajo odiaba más, no diría que el restaurante, diría que ser repartidora de pollo frito se llevaba la corona. Insultos, quejas, chistes de mal gusto, acoso y gente en busca de promociones secretas eran sólo un par de cosas que debía soportar. Ser una joven adulta de 18 años le había permitido conseguir empleos, pero eso no le aseguraba que fuesen buenos.

Los viernes eran oler a pollo y aceite, y si eso no era suficiente, debía repartirlo corriendo. Cuando solicitó el empleo, nunca leyó por ningún lado que su medio de transporte al hacer las entregas sería su auto propio por lo que, al obtener el trabajo y enterarse de eso, ofreció sus piernas como medio de transporte.

—Esta es una entrega especial. —dijo él. —Sejeong, probablemente te pidan dejar la comida en recepción, pero si no es así puede que veas a gente famosa.

—Sé lo que vas a decir Koo. —tomó el pollo. —Me interesa más ser rápida y tomar más pedidos que perder el tiempo con un niño bonito.

Sejeong salió de ahí y se dirigió a la dirección indicada en la orden. Se encontró con un gran edificio, cosa que odiaba.

—Son como cien pisos, ¿cómo se supone que lo encuentre? —suspiró.

Ella se adentró al edificio y observó varias recepcionistas, ¿cómo sabría a donde dirigirse?

—¿Puedo ayudarla? —un joven de acercó a la chica.

—Tengo una entrega para algo que dice ser sala diecisiete. —explicó ella.

—Oh, claro, adelante. —señaló un ascensor. —En el piso trece.

Ella asintió con una sonrisa y se dirigió al ascensor, presionó el número indicado y esperó. Salió del ascensor y comenzó a buscar la puerta que le indicara la sala diecisiete.

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Jeonghan se encontraba esperando a quien sería su pareja por un tiempo aproximado de 4 meses, eso si ambos lograban soportar a la prensa y los comentarios que podrían atacarlos.

—No quiero hacer esto. —repitió por tercera vez.

—Ya está arreglado, esto es sólo una formalidad. —respondió su manager. —Deben hablar y tomarse un par de fotos, intercambiar números y comenzar a conversar.

—Yo... —intentó decir.

La puerta fue abierta y la chica junto a su manager se adentraron.

—Los esperamos arriba, para firmar el contrato. —dijo el manager de Jeonghan.

Ambos managers salieron de ahí y la futura pareja tomó asiento.

—Lamento esto. —fue lo único que se le ocurrió. —Lo último que quería hacer era...

—Yoon. —lo interrumpió. —No tienes que disculparte. —sonreía, pero no era agradable a los ojos de Jeonghan. —Como tú, yo sólo busco beneficios.

—Yo no estoy buscando beneficios. —respondió enseguida. —No me interesa una relación falsa.

—Debes acostumbrarte a estas cosas. —suspiró. —Pronto tendré mi debut como solista, así que necesito un poco de atención extra.

—Yo...

—Entrega. —anunció la chica entrando a la habitación.

—Oye, estamos en medio de algo importante. —se quejó él.

—Yo también y mi salario depende del tiempo que tarde en regresar. —dijo sacando la comida del bolso.

—Llamaré a seguridad. —dijo la chica.

—Asegúrense de pagarme antes. —respondió Sejeong.

No solía ser grosera, pero había sido un día tan duro que no estaba dispuesta a que empeorara.

—Llamaré a tu jefe entonces. —la chica alzó una ceja y cruzó sus brazos.

—Al menos que el joven no sea Yoon Jeonghan y no haya pedido pollo frito, no veo la necesidad. —le entregó la nota.

—Pagaré. —dijo Jeonghan sacando su cartera.

—Yoon, debemos aclarar esto. —se quejó la chica.

—Y ella debe irse rápido. —le entregó el dinero, ella enseguida buscó el cambio.

—No tendré una relación arreglada contigo. —tomó su bolso.

—Asegúrate de que la empresa sepa que fue tu decisión. —dijo tomando las bolsas de la comida. —Conserva el cambio.... Lim Sejeong.  —observó la placa en su camisa.

—Gracias. —dijo tomando sus cosas. —Tienes ojos lindos. —dicho esto, salió de ahí.

—Me asegúrare de evitar una relación contigo Yoon. —dijo para después marcharse.

Jeonghan se había librado de otra relación arreglada, suspiró y salió de ahí, esperando el tiempo suficiente para no encontrarse con aquella chica.

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—Tiempo. —dijo Sejeong al llegar.

—Doce minutos, eso fue rápido. —dijo Koo.

—Creo que interrumpí un matrimonio arreglado o algo así. —soltó una leve risa.

Estas loca Sejeong. —también rió.

—Parecía gente importante. —sí estaba un poco preocupada.

—Eso explicaría la camioneta. —señaló.

Sejeong se giró y observó una camioneta con los vidrios polarizados estacionada justo afuera del local.

—Eso da miedo. —le restó importancia.

—No deberías seguir haciendo los pedidos a pie, por lo menos consigue una bicicleta. —suspiró.

—Compraré una, lo prometo. —sonrió. —Dame otro pedido, ¿sí?

—¿Qué haré contigo?

(...)

Claro que es ella. —sonrió. —La chica del restaurante, la chica del cine y, claro, la del pollo, aunque también juro haberla visto en el hospital....

—Jeonghan, debemos irnos. —informó el conductor.

—Espera un momento. —sacó su celular y tomó un par de fotos. —Ella es linda.

—Puedes meterte en problemas, deja eso. —regañó.

—Tú no puedes entender. —sonrió. —El destino me ha estado sonriendo y yo no lo había notado.

Juro Quererte... Siempre [Hansol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora