14

25 4 1
                                    

Sejeong estuvo intentando leer los números de la nota que Han dejó, realmente lo intentó. Estaba frustrada y no podía detener las lágrimas que descendían por sus mejillas.

—Sejeong, basta. —Som tomó sus manos. —Ya deja eso.

—Han intentó acercarse, él cambió su número. —negó.

—Tal vez fue el destino. —suspiró. —Deja de llorar. —la abrazó.

—Som, tú sabes lo importante que es Han para mi.

—Lo sé, lo sé. —frotaba su espalda. —Pero no puedes ponerte así sólo por un chico.

Es que no sólo era por Han. Sejeong estaba cansada de sentirse sola; no quería molestar a Som con sus problemas porque sabía que ella también la estaba paneando mal.

—Estoy cansada. —dijo entre sollozos. —Nuestras vidas no deberían ser así, no merecemos esto.

xxxx

Hansol se encontraba sentando en la sala de su departamento. Se sentía mal por sentirse tan feliz.

—Hansol, ¿sabes que le pasa a Jeonghan? —Seungkwan entró y se sentó junto a él.

—¿De qué hablas? —lo miró.

—Él y Wonwoo salieron a cenar. —le recordó. —Jeonghan regresó llorando y Wonwoo intentó entrar en su departamento pero le gritó que lo dejara solo.

—Iré a verlo. —se puso de pie.

—Hansol, últimamente sonríes mucho... y Jeonghan sufre mucho. —dijo mirando al suelo. —Es raro.

—Luego te contaré Boo. —desacomodó un poco su cabello.

—Más te vale.

(...)

—Dije que no quería... ah, eres tú. —Jeonghan volvió a taparse la cabeza con las sábanas.

—¿Qué pasa? —se sentó junto a él.

—Creo que perdí a Sejeong... para siempre. —no podía verlo, pero era obvio que estaba llorando.

—Jeonghan, tranquilo. —se sentó junto a él. —Tal vez estas exagerando.

—No sé dónde encontrarla...

—Entonces déjala ir. —suspiró. —Aunque... dijiste que conocías el lugar donde vivía.

—Fui hace rato. —confesó. —Pero nadie abrió la puerta.

—Tal vez sea el destino. —se recostó junto a él.

Jeonghan analizaba lo que Hansol le decía. Sonaba tan frío, aunque ya vez era lo que necesitaba.

—¿Por qué todo está en mi contra?

xxxx

—¿No tenías unos premios o algo así?

—Vine directo de la práctica. —sonrió. —¿Cómo va el trabajo en la nueva cafetería?

—Es horrible, no quiero hablar de eso. —sonrió. —Hansol, anoche... anoche acepté que perdí a la persona que estaba esperando. —suspiró. —Hablaste del destino y... creo que es lo qué pasó.

—¿Entonces? —no quería sonreír y terminar de ser un idiota, pero estaba realmente contento.

—Aceptaré salir contigo.

Juro Quererte... Siempre [Hansol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora