Lost In You

Capítulo 2

¡Feliz jueves de Lost In You!
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Me despido de Gray dando un portazo al auto y corro por el campus como si no hubiera un mañana. Algunas personas se me quedan mirando, que si joder parezco un zombie. No me había mirado en un espejo, pero no hacía falta. Tenía el pelo mal peinado, unas ojeras muy pronunciadas bajo los ojos y los labios rasquebrajados por el frío de la noche. A todo esto sumemosle los ojos rojos e hinchado de tanto llorar y la resaca ¡Perfecto!

—¿Aspen, eres tu?—Preguntó burlón Biel señalandome. Golpeé su mano alejandola de mi.

—Muy chistoso, le diré a Gray que me estuviste molestando otra vez. ¿O prefieres resolverlo limpio?— preparé mis puños y su sonrisa desapareció.

—Tranquila jefa, no quiero problemas. Aún me queda una cicatriz de la última vez.— Dijo alzando las manos en son de paz. Lo vi alejase lentamente como si al dar un paso en falso yo fuese a golpearle.

Abrí mi casillero sacando libros para la primera clase, me arreglé un poco el moño, coloqué corrector de ojeras en aquella área negruzca bajo mis ojos y brillo labial, ya parecía al menos viva. Coloqué el labial de nuevo en la canastita dentro del casillero provocando que cayeran al suelo un par de papeles, bufé. Me agacho a recogerlos acomodandolos contra mi pecho,  entre ellos encuentro una fotografía, la recojo del suelo examinandola. En ella apreciamos Casper y yo hace un par de años, el día que aprendí a conducir. El reía sin control, en la foto incluso se podían ver las diminutas lágrimas intentado salir, yo tenía una sonrisa de palo pues estaba aterrada. ¡Casi atropellamos a una anciana!

—¡Te dije que era mala idea!— Ataque golpeando el volante mientras aparcaba en una esquina.

—Lo hiciste bien As.— Dijo mirando por la ventana mientras se reía ¿nunca perdía esa sonrisa?

—¡Y una mierda!— Ese día el se aguantó todos mis gritos, pensé que del susto nunca me volvería a montar en un auto, pero la verdad es que continúe y al final me volví muy buena. Incluso mejor que él.

La primera clase era Comportamiento Ciudadano y Debate Político, ni siquiera me senté, el profesor no había llegado y yo no soportaba ese turno, así que seguí recto por el pasillo doblando al final. El aire matutino me revolvió el cabello, suspire, me acerqué a las gradas y comencé a subir, el metal chillando bajo mi peso. Arrojé el bolso a un lado y me senté observando el estadio completamente vacío.

El césped de un par de días sin cortar bañado en rocío resplandecía bajo la tenue luz de la mañana. Existen un par de olores indescriptibles pero asombrosos, la tierra mojada es uno de ellos. Me abracé a mi misma dentro del enorme a abrigo unos segundo y alcancé mi mochila sacando un cigarro. El humo caliente colándose en mis pulmones y al salir calentado mi helada nariz.

Tomé el libro que llevaba un par de días leyendo “Insania” de Ariana Godoy, me senté en la pose de la esfinge y comencé a leer. Sumergida en un mar de emociones, la trama me incitaba a continuar leyendo, aunque en algún punto me aburría y dejaba de leer. Volví a resguardarlo dentro de mi mochila apagando como siempre la colilla en la suela de mi zapato, arrojándola bajo las gradas.

—Si alguien te viese hacer eso tendrías un buen problema.— esa voz…. Alcé la vista, ahí estaba, la chica de los lentes morados. Dió un par de pasos quedando en la misma grada que yo aunque un poco más apartada.

—¿Estudias aquí?—Pregunté tras unos segundos de silencio.

—Si. Pero no soy de tu salón, si era lo que te preguntabas.— Sonrió con arrogancia dejando caer su peso sobre sus palmas a ambos lados de su cuerpo.