STEREK

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Stiles se sintió gratamente sorprendido. Jamás creyó que Derek Hale le contaría de algo tan cotidiano como su día. Seguramente era porque no se veían en años y aunque nunca lo admitiera, el lobo lo había extrañado con su característica verborrea y sentido del humor.

Ambos entonces se quedaron en silencio sin saber qué hacer o decir. Nuevamente el silencio fue el protagonista, creando otra vez la tensión.

-Deberíamos...comer. – Dijo entonces el hombre lobo con, aparentemente, mucha dificultad.

-Mmm...no tengo hambre. La verdad aún no me siento muy bien. – Soltó una risa nerviosa.

-Entiendo. – Asintió sin más.

Se dirigió a la cocina para preparar su desayuno. Comenzó elaborando una mezcla de leche, harina y huevo.

El humano no pudo evitar seguirlo, apoyado en la encimera con sus brazos y su rostro inclinado mirando con curiosidad. Al verlo cocinar, no pudo evitar intervenir. Se acercó lentamente y espontáneamente abrió el refrigerador para ver qué había en su interior. El pelinegro no se había percatado de su presencia hasta ese momento, demasiado concentrado en hacer correctamente lo que intentaba.

Se volteó a verlo con una ceja alzada. Se tensó al pensar que estuvo observándolo todo el tiempo.

-¿Tienes algo de fruta? – Soltó el castaño con la cabeza metida en el frigorífico como si fuera de él.

A pesar de estar extrañado por la actitud del humano (sus cejas alzadas lo indicaban) no dijo nada y se posicionó detrás de él para abrir una gaveta transparente en lo más bajo del aparato, en el que había varias frutas.

Sintió entonces el ritmo cardíaco del ojimiel incrementar y extrañamente, el corazón de Derek siguió los pasos del otro. La atmósfera fue algo...inesperada.

Cortando la tortura de tan incómodo momento, el chico menor tomó una bolsa con arándanos y la sacó a toda prisa apartándose del hombre lobo.

Nadie dijo nada. Pero ese silencio significó lo mismo para ambos.

-Bien... – Rompió Stiles. - ¿Te ayudo?

Y desde ese momento, comenzó una extraña y agradable relación que aún no tenía nombre, entre un hombre lobo malhumorado intentando cambiar y un chico torpe que estudia para ser parte del FBI y al que acaban de romper el corazón.