12

7.9K 750 54
                                    

Advertencia: Este capítulo tiene contenido para mayores de 18 años. Lee bajo tu responsabilidad.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Logró por fin tener el control total de él. Sólo con pensar que quien estaba debajo era Stiles, pudo hacerlo.

Sus ojos se encontraron y aunque en la mirada del castaño no había más que un fóllame rápido, no lo hizo. Acarició lentamente y se aseguró de hacer lo que a él más le gustara. Quiso ir despacio, besando cada parte de la piel descubierta, logrando unos suspiros de satisfacción. Y a pesar de estar al límite, lo trató con cuidado, como si fuera a romperse. Tocó su miembro lento y en respuesta el humano se sujetó al hombro con una de sus manos mientras la otra se aferraba a la espalda.

Aunque Stiles prefería ir rápido, que lo tocaran con fuerza y brutalidad haciendo que perdiera todo el control de sí mismo, se dio cuenta de que con Derek todo era diferente. Si al hombre lobo le gustaba lento y empalagoso lo aceptaría sin importarle nada. Creía que de esta forma, suave y tierna, podría recordarlo sin importar cuánto tiempo pasara. Besó entonces los labios del moreno y le susurró al oído.

-Me encanta que quieras ir lento, pero necesitamos terminar lo que empezamos.

Y Derek lo besó aun más. Lo sostuvo flexionando sus rodillas, dejando que Stiles le rodeara por el cuello con sus brazos para sostenerse y antes de que pudiera preguntar, el chico habló en voz baja, "en la mesita de noche".

Derek obedeció.

Tomó el lubricante que siempre supo que Stiles tenía, pero nunca se atrevió a mencionárselo. También sabía de los condones que el chico solía comprar. Sacó del empaque uno de ellos, sin embargo, una mirada molesta fue lanzada por el castaño, dejándole más que claro que no esperaba ese objeto en lo que venía.

-No lo uses.

Y Derek vaciló. Tuvo el impulso de hacerlo de todas formas a pesar de que el menor se molestara con él, pero desistió cuando Stiles tocó su miembro con sus delgadas manos logrando un espasmo en él. Jadeó con deseo volviendo a los labios del castaño y dejando caer el condón que se perdió entre las sábanas. Stiles rodeó nuevamente su cuello besando de vez en cuando la mandíbula, la oreja y la mejilla del contrario quien estaba fascinado. Sin perder más tiempo, abrió el lubricante dejando desliza por su mano el líquido. Tanteó suavemente la zona y cuando el castaño sintió rozar sus dedos se encontró deseoso de ellos. Se arqueó hacia adelante con necesidad y soltó pequeños gemidos cada vez que estos pasaban por encima de su entrada. Movía la mano en el miembro del contrario perdiendo ya la concentración con los dedos que eran introducidos despacio y cuidadosamente. Al final soltó por completo la extensión de Derek al sentir cómo era presionado el punto en que se volvía loco de deseo.

-Por favor. Por favor, hazlo. Te necesito dentro de mí. – Susurró casi sin fuerzas y el hombre lobo obedeció nuevamente.

Tomó su miembro a punto de explotar de la excitación y lo guío hacia la entrada del castaño. Ambos gimieron de gusto al sentirlo rozar la entrada del menor. Y entonces, se deslizó de a poco, dejando una sensación agridulce, los dos sintiendo que era perfecto y que a la vez querían que todo fuera más rápido. Derek no se movió hasta no sentir que Stiles se adaptaba a su forma y tamaño. Y no pasó mucho tiempo cuando Stiles ya había hecho un movimiento en señal de aprobación. Derek dejó salir su aliento contenido, enforzándose al máximo por contener las enormes ganas de ir tan rápido como su lobo le pedía que hiciera.

Al unísono se movían para prolongar el contacto, con una lentitud del demonio, sintiendo cada una de las estocadas. Pero Stiles quería más, quería que fuera más rápido y no pensó dos veces en hacérselo saber.

-Derek, más rápido. Muévete más rápido. – Gimió con desesperación.

Y aunque normalmente no seguía órdenes de nadie, Stiles era el único que podía ordenarle. Y a pesar de que no le gustaba que le dijeran qué hacer, en el sexo no le importaba que le ordenaran cualquier cosa si se sentiría tan bien como se estaba sintiendo ahora.

El hombre lobo aumentó la velocidad paulatinamente, dejando que el humano se adaptara al ritmo y pudiera también moverse como quería. No pasó mucho más cuando el lobo sintió el cosquilleo que anunciaba que se vendría, quiso retirarse o al menos avisar al contrario, pero antes de decir nada, Stiles lo besó con fuerza rodeando con sus piernas la cintura y apretando más su entrada, provocando que Derek no pudiera hacer nada más que venirse. Y el chico no estuvo mucho tiempo más sin seguir sus pasos, bajando un brazo a su espalda y clavando sin querer sus uñas en él.

Post coito, los dos se encontraron acurrucados en la cama del menor. Stiles contra el pecho del mayor y Derek rodeando con su brazo la cintura de este.

-Te quiero, Derek. – Dijo de la nada. Sin oír una respuesta inmediata, se sintió completamente avergonzado. Pero no se había dado cuenta de que en realidad Derek estaba tan feliz que estaba shockeado, escuchando hipnotizado el latido uniforme del humano. ¿Hace cuánto que no se sentía así? Ya había olvidado el sentimiento hace mucho.

-Yo también. – Se apresuró a decir cuando se dio cuenta de que no le había respondido al castaño.

Derek bajó su vista encontrándose con los ojos whisky del menor que lo miraba con esa brillante y tan característica sonrisa de él. No se contuvo de besarlo con ternura, haciendo que este riera entre los besos, plenamente feliz, feliz por él. Derek pudo hacerlo feliz y él también lo era, eso fue todo lo que necesitó para sentirse pleno.

STEREKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora