Me gustas ¿te gusto?

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«Esta historia continua a partir del directo del 31/07/2022»

La noche era perfecta, H y V lo habían hecho oficial con ese beso.

-Aún no me lo creo - comenta Horacio después de abrir sus ojos y mirar el rostro de V tan cerca de él.

-Tal vez no me lo creas, pero yo tampoco me lo creo - contesto Volkov un poco sonrosado después de ese beso tan esperado.

Ambos se miraban fijamente el uno al otro. En ese momento no existía nada ni nadie, solo ellos queriéndose mutuamente.

El tiempo paso volando y el amanecer los alcanzo, pero ellos estaban tan concentrados el uno en el otro que no se dieron cuenta en el instante en que el sol comenzó a ascender ante sus ojos.

Ambos se sonreían mutuamente cuando escucharon unos pasos acercarse a ellos. Con pocas ganas de apartar la mirada tuvieron que aceptar que era hora de irse.

-Disculpe que los interrumpa, señor. Pero el capitán me pide que les avise que arribaremos en unos momentos.

Horacio con una sonrisa provocadora comenta mirando a Volkov.

-Lastima, no tuvimos tiempo de probar todas las instalaciones del barco ¿cierto V?

-Cierto - contesta el ruso sin pensar su respuesta y le sonríe a Horacio que se quedo mirándolo con la boca abierta por la sorpresa que le provoco su respuesta. 

Volkov se puso de pie y le dio la mano a Horacio para ayudarlo, aunque este lo miraba con cierta confusión en el rostro, ya que no estaba acostumbrado a ese tipo de atención por parte de V.

Aun con la confusión pintada en su rostro, H le dio la mano para levantarse. 

Caminaron cerca el uno del otro sin tocarse, solamente sintiendo la presencia del otro. 

La señorita los acompaño hasta la puerta de embarque, dirigiéndole una sonrisa a los enamorados.

-Esperamos que hayan pasado una buena noche y hubieran disfrutado del paseo.

-Fue espectacular, muchas gracias por su atención- contesto Volkov como despedida, y junto a Horacio bajaron por el puerto.

-H, estas más callado de lo normal ¿todo bien?

-Sí, disculpa estoy un poco en shock.

-¿En shock?¿Hice algo mal?

 -¡No! para nada, todo lo contrario. Es solo qué... ha sido la mejor noche de mi vida. Y aún me cuesta creer que no estoy soñando o muerto.

-¿Cómo que muerto?

-Pues sí, o dime ¿a ti te parece real?

-No, la realidad es que no, pero prefiero que sea real y así aprender a disfrutar el momento.

Ambos se miraron tímidamente, Horacio no sabia que decir, en su cabeza era un mundo de caos y sentía que su corazón latía rápidamente.

V se dio cuenta y no quiso presionarlo, suponía que tardaría en acostumbrarse, al final de cuentas H estaba acostumbrado a ser tratado con la fría indiferencia de Volkov.

-Supongo que viniste en tu coche nuevo - comento V con una sonrisa.

-Sí, y no pienso disculparme - sonrió H con provocación.

-No esperaba que lo hicieras - respondió V con una sonrisa más amplia - En ese caso me parece que nos veremos en el trabajo.

-Supongo que sí, solo que deberíamos descansar un poco, además me gustaría ir a casa a cambiarme de ropa ya que siento que huelo un poco a mar y arena.

-Un poco solamente - sonrió V - ¿Qué te parece si te llamo en unas horas antes de ir a patrullar?

-Me parece bien.

-Esta bien, entonces nos vemos - comento V al momento de acercarse un poco más a H.

Horacio al ver la acción de V se acerco más a él y en ese momento quedaron más cerca el uno del otro mirándose fijamente a los ojos, V tomo la mano de H y acerco su rostro lentamente al suyo, H cerro los ojos al sentir los labios de V rosando los suyos.

-Gracias - comento V susurrando entre los labios de H - Gracias por esperarme todo este tiempo.

H soltó la mano de Volkov para ponerla sobre su rostro, acariciando su mejilla con el roce de sus dedos.

-Ha valido la pena - comento Horacio con los labios rosando los de Volkov.

V dio el último paso y beso tiernamente a Horacio en los labios. Fue un beso cálido y suave, parecía que sus labios estaban destinados a estar juntos. 

Después de unos momentos ambos se apartaron un poco para verse nuevamente.

-No tardes - comento H dándole otro beso fugaz.

-No lo hare - comento V antes de soltar la mano de Horacio y dirigirse a su coche.






VOLKACIO - QUERIDO MIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora