No Hay Calma, Solo Tempestad

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Pov Benimaru.

Confiar. Traicionar. Perdonar. Olvidar. Hay tantas cosas que abordar por mi mente que hacen que mi cabeza no se centre en mi misión de vencer a Mizuki. Su presencia cambió todo nuestro panorama, me sentí en la obligación de unirme a los humanos cuando en realidad debería seguir siendo el villano que todos le temen. Ya Ángel y yo nos deshicimos de Shirase; nos costó aunque lo hicimos, pero nos falta la presa más grande al cual nos cuesta atrapar y que casi, en plena batalla, vence a mi Maia, ella que nunca le huye a los retos y que siempre está lista para afrontarlos.

Maia hizo de todo por impedir que no entrara a nuestro castillo, pero Mizuki se salió con la suya y pasó como por Juan por su casa y la persiguió hasta Los Ángeles donde la dominó por completo en una lucha mano a mano. Y cuando engañé a Ángel, la encontré hecha pedazos, tirada en el suelo, derramaba mucha sangre tras su lucha y Mizuki se alzaba victoriosa ante su triunfo pues no fue rival para Maia. Estaba desesperado, su vida dependía de mí. Debía llevarla a mi guarida cuánto antes, pero si Mizuki descubriría dónde vivo, nos atacaría del mismo modo que lo hizo con la casa de Runo. Así que, debía irme a un hotel para refugiarme y que la bruja no nos descubra, pero ahí estaban Luise y un rostro que yo reconocía.

"Hola... ¿Puedo pasar?", pregunté, pero Luise quedó congelada al verme.

"¿Maia? ¿Qué pasó con ella?", preguntó Luise.

"Es largo de explicar, pero para hacerlo, déjame pasar primero...", dije, mientras Luise dudó bastante y luego de varios segundos, me dejó entrar a la habitación para dejar a Maia en la sala, en tanto ella fue a dar la noticia a Runo.

"Pasa...", dijo Luise dejándome entrar.

"Gracias", dije, pero apenas escuché la voz de Runo, dejé a Maia en la sala y me escondí en un rincón del hotel.

"Runo... Vino Maia y está muy mal... Pero no lo hizo sola, de algún u otro modo, Benimaru la trajo aquí...", dijo Luise, impactando a Runo con la noticia.

"¿Qué dices? ¿Que Maia está mal? Iré a verla... (La sujeta de la mano) Suéltame, quiero ver a mi niña...", dijo Runo.

"¿Y Benimaru?", preguntó Luise.

"Ya tendré oportunidad de conversar y aclarar ciertas cosas con el, primero, quiero ver a Maia porque su vida corre peligro...", dijo Runo, pero apenas fue a verme, notaron que ya no estaba.

"No está... Desapareció... Pero hace un momento estuvo aquí... No entiendo... Por lo menos, en el sillón dejó a Maia... Aunque el me iba explicar lo que pasó con ella...", dijo Luise, pero se calmaron de saber que Maia estaba recostada en la sala. 

Runo todavía no tenía el valor suficiente de mirarme a la cara a pesar que ha pasado mucho tiempo desde que nos separamos. Duele. Duele bastante que no podamos aclarar las cosas en un momento prudente, pero ahora mi prioridad es salvar a Maia de la paliza que Mizuki la sometió. Es duro pensar que el pasado siempre se interpone justo cuando la guerra con la bruja diabólica no hizo más que entrar en su momento más crítico.

"¿Maia? Despierta... Despierta...", dijo Runo acercándose a la vampiresa.

"Es inútil aún, Runo... Maia por si sola no puede vencer a Mizuki, necesita más entrenamiento en combate para que se haga mejor en luchas cuerpo a cuerpo. Pero... ¿Y si haces uno de esos hechizos que invocan a las almas de los Antiguos Demonios...?", sugirió Luise.

"Buena idea... Llévala al sótano del hotel y procura que Benimaru o cualquiera del personal no te vean... Yo iré a traer unas cosas de mi casa para comenzar con el ritual, al rato nos vemos...", dijo Runo.

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⏰ Última actualización: Apr 19, 2023 ⏰

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