Nuestro Nuevo Punto de Partida

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Pov Benimaru.

Estoy deseando encontrar miles de respuestas a tantas preguntas que circulan por mi mente. ¿Por qué tuve esta pesadilla relacionada a la tierra? ¿Por qué estoy perdiendo el control? Sea como sea, debo dejar el reino... porque antes de ser rey, yo también soy vampiro y uno muy peligroso que no teme a nada ni deja las cosas a medias. Maia también me necesita porque no quiere estar sola y sufra, mientras estoy ausente y ella gobierna nuestro reino y por eso, quiero acompañarla hacia el planeta para que se cerciore por si misma si todo lo que soñé podría ser realidad.

"Mi amor... Nunca me dejes sola, te lo imploro, Benimaru. Quiero estar contigo hasta el final de nuestros días. Antes de gobernar nuestro reino, prefiero luchar para defender a los chupasangre. Así que, cumple esa promesa, por favor", dijo Maia aún con el rostro cubierto de lágrimas.

"Maia, oh mi Maia... ¿Cómo podría dejarte sola en un momento así? Tú me has cuidado y me has apoyado desde el día 1 en que te hice mía... ¿En qué cabeza cabe que yo podría dejarte sola si esto es lo último que podría hacer?", pregunté secando sus lágrimas y mirándola con tristeza.

"No... Be... Benimaru, no te esfuerces en realizar preguntas tontas porque primero, eso no viene al caso y segundo, tú mismo te responderás con un simple 'NO'. Yo, en tanto, seguiré siendo leal hacia ti...  y así lo será durante el resto de mi vida. Esa es mi promesa, te lo aseguro por el Señor de los Antiguos Demonios. Así que, vámonos a la tierra, es hora de poner las cosas en su sitio", dijo Maia que saltó de la cama y se alistó para acompañarme en el viaje con destino a la tierra.

"Cierto... Sabes que aparte de odiar a los que me subestiman, desprecio a quienes hacen las cosas a medias. Si harás algún trabajo, hazlo bien, o... no hagas nada para no complicarlo todo. Muy bien, aquí vamos de nuevo... Esta travesía será un poco larga, pero de nuevo, valdrá la pena", dije, mientras salimos del cuarto dejándola muy ordenada para que nadie ajeno a nosotros entre sin permiso.

"Una nueva aventura comenzará y será de la forma como usted lo decida, Su Alteza.", dijo Maia que me besó dulce y castamente en la mejilla.

Al cabo de unos minutos, tras producirnos con nuestras mejores y sexys fachas, salimos de la habitación principal en busca de una cabina que nos lleve de regreso a la tierra. En eso, uno de nuestros súbditos vampiros se atreviesan en nuestro camino y se preguntan porque andamos de prisa.

Centro de operaciones... 

"Oh... Jóvenes reyes, ¿por qué van a ese paso tan apresurado? ¿Acaso ocurrió una emergencia en este reino para que tengan la urgencia de salir del castillo?", preguntó un vampiro que integra nuestras tropas y que se cruzó en nuestro camino.

"Eso no te debe interesar, vampiro mocoso... Hazte a un lado si no quieres pasar el resto de tus días en el calabozo repleto de cocodrilos, lagartos y demás sorpresas dentro", dijo Maia golpeando su mano con la fusta.

"Pero... ¿Qué pasará con el reino? ¿Quién va gobernar mientras ustedes estarán ausentes en el reino?", preguntó otra vez el vampiro metete.

"Si no te vas, en serio si que te mandamos de frente al calabozo, acá usted no tiene derecho a preguntar que haremos. Nosotros, que somos los reyes, hacemos todas las preguntas que se nos venga a la cabeza y si cuestionas nuestras decisiones, no serás digno de pertenecer a esta tropa", dije, mirándolo con mis ojos que enrojecían de furia, mientras este me desobedecía.

"Disculpa mi impertinencia, Su Alteza. Permiso...", dijo el vampiro que se apartaba de nuestra vista, pero Maia mostró algo de benevolencia hacia el y lo hizo regresar con nosotros.

"Espera... No te vayas, regresa... Tengo un pequeño trabajo para ti, mientras nosotros estamos ausentes en el reino. Busca a dos de nuestros mejores y más fuertes guerreros de la tropa y haz que tomen nuestro lugar de forma temporal hasta que volvamos. ¿De acuerdo?", aconsejó Maia aún a costa de mi voluntad.

Sangre por Sangre (T2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora