Sangre por Sangre (T2)

El Talismán de la Curación

Pov Benimaru.

La vergüenza me embarga por dentro luego de la humillante derrota en batalla que recibí por parte de Mizuki después de que su mascota, un lobo, me dejara dos grandes cicatrices en mi espalda y mi abdomen que podrían absorber mis poderes de vampiro y acabar con mi vida. Runo y Maia se mostraban preocupadas por mí porque no había un método para aliviar mis heridas, pero en eso, un papel escrito hablaba de un talismán poderoso que se encontraba en Lysither que es capaz de borrar las cicatrices y curar todo tipo de males. Así que, Maia se ofreció en viajar de vuelta a nuestro reino para ir en pos de ese objeto extraño, mientras Runo se quedaría en su casa para cuidarme y procurar que no me pase nada.

Una vez que creó un portal que la llevó a Lysither, Maia fue recibida de forma hostil por dos guardias manipulados por la magia de Mizuki que amenazaron con sacarla del reino porque ya no pertenece más a este lugar y que pronto, el ente se volverá su nueva monarca. Aún así, ella no bajó los brazos, los confrontó con lo mejor que pudo y los venció.

Mientras esto sucedía, el dolor en la espalda y el abdomen se hacía más intenso. A pesar de las quejas, me levanté con las pocas fuerzas que tenía y salí de la casa de Runo pese a su negativa; lo único que quería era un poco de sangre humana y fresca que sirva para fortalecerme y hacerle frente a Mizuki para que no se saliera con su gusto. Por otro lado, una sombra persiguió a Maia desde que ingresó al castillo para buscar el talismán, no se identificó ni develó su rostro, pero se comprometió en ayudarla a dar con el paradero de este objeto aunque eso sería el preámbulo a un engaño.

En la madrugada, caminaba y me sentía muy débil hasta que encontré a una sexy mamacita que respondía al nombre de Sara Fillion, una joven que tenía novio, pero a mí me dio igual. Después de conversar un rato, la hipnoticé hasta llevarla a mi guarida donde la desnudé y la desperté. Tras confirmar sus sospechas, Sara trató de escapar del callejón sin éxito pues ella sabía que no me gusta los que me subestiman y como no le dí alguna alternativa, la asesiné metiendo una puñalada en su estómago para luego beberme de su sangre y fortalecerme. Con eso, estoy listo para mi revancha contra Mizuki y esta vez, no tendré piedad, la mataré sin remordimiento.

Casa de Runo...

"¡Oh, no puede ser! ¿Estás bien? (Me sostiene) ¿Se puede saber, dónde te fuiste y por qué llegaste con sangre en tu boca?", preguntó Runo que me vio con el rostro ensangrentado y me llevó a su habitación.

"¿Qué? ¿Acaso vas a cuestionarme por lo que hago, Runo? No, estás cometiendo un craso error, yo hago las cosas como a mí me da la gana. Por algo, soy el rey de la Oscuridad Moderna...", dije reprochándola por su pregunta.

"El hecho que seas el rey no te da derecho de que salgas a la calle para afrontar todos los peligros haciendo lo que más te plazca...", dijo Runo, pero solo logró enfurecerme, al punto de darle una buena bofetada para que entre en razón.

"¿Crees que alimentarme de sangre humana y fresca para ser más fuerte es algo malo? Ya te pareces a cualquier insignificante humano que se queja de todo... Pisa tierra, Runo, soy un vampiro y no un niñato... Tengo aspiraciones mayores y no pienso dejarlas escapar...", dije, turnando mis ojos a negros, mientras que a Runo solo le quedaba acatar a mi orden.

"De acuerdo... Tú ganas. Por un momento olvidé de la misión que tenías de derrotar a Mizuki. Por eso era la estrategia de drenar toda la sangre humana para volverte más fuerte que ese maldito ente, las cicatrices comienzan a desaparecer de a poco... ojalá que Maia haya conseguido el talismán de la curación en el Reino...", dijo Runo confiando que ella cumpla con hallar el misterioso objeto.

Castillo de Lysither...

Mientras tanto, la sombra que acechó a Maia en el camino al castillo todavía no muestra su identidad aunque no va demorar tanto en revelarla ahora que ya sabe algo de mí y pretende hacerla caer en una trampa para robar su talismán.