Mentira - Minlix/Hyunsung

4

Minho llegó a su casa, después de todo no harían nada ya que su erección bajo en el camino.
Estaba tirado en su cama mirando una película como si no tuviera cosas que hacer en la empresa donde trabajaba, pero siendo amigo de Chan (el jefe) tenía ciertos privilegios, cómo tomarse sus días de descanso, e incluso el atrevimiento de no ir porque no tenía ganas.

Se vió interrumpido por el sonido de su puerta siendo abierta, mirando a su hermano quien entró muy alegre acostándose a un lado de el.

— Deberías tocar Jeongin, que tal estoy ayudando a mi...

— No empieces, no quiero saber de tu momento especial — le dijo con una cara de asco para después ponerle atención a la película que veía su hermano mayor.
— ¿Qué es lo que vez?

— Una película — respondió sin importancia.

— ¿De qué trata?

— Ni idea.

Los dos rieron por la actitud del mayor, siempreviva había sido así.

— ¿Cuándo entró a trabajar? — pregunto está vez serio

— El lunes que regrese Chan.

El menor movió su cabeza de arriba a bajo dando a entender un si.

— Estoy nervioso, hace tiempo que no veo a Chan, no se si me recuerde.

— Probablemente apenas y tenga una imagen de como te veías antes de irte.

— Puede ser.

— Por cierto, Felix te manda a saludar.

— Fuiste a verlo.

— Si, también lo ayude en su casa.

Jeongin no dijo nada mas y se levantó saliendo de la había del mayor. Entro al baño y se enjuagó su cara, empezaba a ponerse rojito, sintió como su rostro ardía al pensar el Chan, pronto volvería a verlo.
Pensó que durante el tiempo que se fue a estudiar a otro país su enamoramiento hacia el iba a desaparecer, pero no fue así, sus sentimientos nunca cambiaron hacia el.
Nuca tuvo contacto con el, ni siquiera una foto departe de su hermano, ellos apenas podían hablar; uno trabajando para pagar los estudios de su hermano menor y el otro estudiando, aprovechando todo el esfuerzo que hacía por el.
Se golpeó mentalmente por sentir cosas por el amigo de su hermano y lo hizo el doble al recordar que estaba casado, el no era así, no lo era.

— Que piensas Jeongin, deja de pensar en el — se regaño el mismo — es incorrecto.

Una tristeza lo invadió, no podía pensar en un hombre casado que además es amigo de su hermano y los estuvo apoyando desde que sus papás murieron, al igual que su esposo, siempre fue lindo con el.
Si fuera un mago, en estos momentos haría desaparecer cualquier sentimiento hacia Chan, pero lamentablemente no lo era.

Por otra parte, se quedó un Minho pensativo. Se fue de la casa del rubio rápido, por lo que pudo verse mal y maleducado, no quería que pensará eso.
Busco el número de teléfono del departamento de la pareja, pero antes de marcar se detuvo, no está seguro de hacerlo, hace unas horas tuvo muchas interacciones con el, cómo si siempre hubieran sido algo cercanos. El estaba consciente de que se portaba más rígido y serio, pero era a causa de sus sentimientos, no quería que se notaran, es por eso que era más cuidadoso cuando estaba Felix.

No podía permitir que su amor hacia el  salieran a flote.

Lo mejor será que se mantuviera lejos y no visitarlos durante un tiempo, era algo normal, pues lo había estado haciendo durante los últimos años.

Suspiró con pesadez. Estaba por guardar el teléfono cuando sonó una notificación indicando la entrada de una llamada. No quería contestar, pero si no lo hacía después recibiría un regaño. Sin otra opción contesto.

— Hola chan ¿Qué pasa?

— Minho, que bueno que te encuentro, necesito pedirte un favor.

— Si dime ¿Cuál favor?

— Puedes cuidar de Felix mientras regreso, estoy preocupado por el, me dijo que se lastimó el tobillo y le duele.
No puedo ir ahora, estoy trabajando, es muy importante.

— No te preocupes, sabes que lo cuidare muy bien.

— Gracias Minho, siempre puedo contar contigo. Adiós.

— Adiós... — susurró después de que Chan colgará la llamada.

Se echó hacia atrás cubriendo su cara con una de sus almohadas. Debió haberle dicho que no, no podría, debió poner un montón de excusas para no estar a solad con Felix, cualquier cosa, pero ya había aceptado y bueno, también estaba preocupado por su salud, no lo iba a dejar a su suerte.

Mañana iría a cuidarlo, por ahora descansaría y se regañaria por su estúpido enamoramiento por el esposo de su amigo.