Nicksa. por Thinkus Londlord

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Yo he nacido con la triste maldición

que atormenta a los pobres poetas,

la melancolía fluye por mis venas

y recorre cada parte de mi cuerpo,

hasta que sin aviso llega a mi pecho;

saliendo de aquí adentro como suspiro

que envenena a los espíritus del viento,

con el aliento lento y sutil de mi alma.


Insomne acorazada bajo la piel mundana

de los pecados que fueron desencriptados

por la sal, mística en los labios de la musa,

que besa con la fuerza salvaje de las olas;

cada una de las playas que rodean mi costa,

donde regresan vacías las botellas de vidrio

en las que siempre he enviado los delirios

que escribo; sí... desde el rio a tu corazón:


Han llegado mis vicios.


La rebelde tinta carmesí que llora el bolígrafo,

bajo con el peso de mi sangre hasta el abismo,

perfumando con mi nombre aquellas sombras

en las que moran los sentimientos de lujuria;

que embrujan las paganas aguas profundas,

donde nadan las sirenas sabias y desnudas,

inundando mi pensamiento; con artes oscuras.


Mi luna llena eres de gracias y dicha

por obra de Nicksa, tu hermosa hija,

heredera al trono de Venus para Marte

hasta la muerte y por siempre respetarte.


Pues hay de... este pobre corazón celestino,

que pende atrapado en tus cabellos platinos,

y muy lento muere de frio al filo del olvido:


Sí... lento muero de frio al filo del olvido.


Así hasta que la luz del faro rompa mis alas

y después me deje caer envuelto en llamas,

sobre las suaves manos de blanca espuma

que remarcan tu cuerpo de puerto en puerto,

tocando sol en el horizonte al mismo tiempo

vas poniendo tu sonrisa de sativa amada mía.


«¡Qué vida!»


Recostados los dos sobre una hamaca

y meciéndonos a la infinita sombra

de las palmas, bebiendo ron bucanero,

fumando pacha brindaremos cantando:


A la deriva del recuerdo...


Pero despierto, y me doy cuenta de que

sigo en el camino, buscando castillos

en la arena; y a la hermosa doncella

que me llama desde la distancia:


Hacía de su boca, los azules labios astrales

en donde guarda el sabor de la boreal aurora,

y que devora con sus dientes de letal cazadora;

los sueños que atraviesa con el aguijón de su cola:


Las presas oníricas fácil caen en su red de fantasías,

y yo como el corsario de los sueños, que ansía...

conquistar el corazón del mar algún día.


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⏰ Última actualización: Aug 15, 2022 ⏰

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