Capítulo 99 ( Él Fin)

37 4 2
                                    

Abigail

Flash back

Estaba pasando un momento tan tranquilo y agradable en los alrededores de él reino de las hadas, muchas personas sin conocerlo lo subestimaban demasiado por ser los seres más bellos físicamente hablando y entre otros aspectos.

Mira sus alrededores con su vegetación, sus hermosas flores y viendo hadas más diminutas algunas pasan muy rápido a simple vista, es tan fascinante verlo todo. Más los niños pequeños que me rodeaban con entusiasmo.

- Mi pueblo te adora. - Salté de susto, por escucharlo hablar tan cerca, me mira preocupado. - ¿Estás bien, te hiciste algo?

- No, no estoy bien, gracias por preocuparte por mí. - ¿Cómo decirle al rey de las hadas que no soy fans del contacto físico? Me gusta mi espacio y si quiero demostrar algún afecto o algo, lo hago. Haremos la vieja confiable, cambiar de tema. - Tus tierras son inmensas y muy hermosas. Tú gobernando le hace bien a está nación.

- Eso dicen algunos por ahí. - Comenta y comenzamos a caminar juntos, tenía dos guardianas detrás de nosotros y de vez en cuando los saludaban los ciudadanos de su nación y le hacían reverencia.

- No seas tan modesto. - Lo aconsejaba.-  ¿Cómo tienes todo así tan hermoso?

- Tengo mis trucos y conexiones.

- Como todo rey. -  Lo mira pensativa.  Tenía una inquietud en mi cabeza acerca de los reyes y hadas de algo rango y no sabía si era prudente hacerlo o no. No tenías tanto tiempo conociéndonos, pero digamos que me sentía cómoda a su lado y sirve de buena compañía, claro está, sin ningún compromiso señores.

- Hazla, no temas por eso. - Habían unos animales raros que se acuerdan muchos y demás me miraban atentamente sonriendo, como que ellos saben todo y nosotros nada.

- ¿Pero cómo?

- La costumbre.

- Hazla.

- ¿Cómo manejas todo este reino sólo? Tan hermoso todo, ¿y si hay tantas mujeres por qué esperar tanto?

- Yo estoy conectado fuertemente a mí nación, no puedo estar con cualquiera porque podría afectar la atmósfera y un desequilibrio total, se supone que las parejas es un balance. - Ahora en vez de decir ok y ya, seguía mi curiosidad. - Verás… Hace bastante tiempo, unos de mis antepasados, era primogénito e hijo único hijo, más adelante tenía un hermano menor, muy pequeño, pero en esos tiempos solo reinaba él primogénito, a la hora de tomar él trono, todo iba muy bien, pero le faltaba algo, los demás líderes y consejeros le aconsejaron conseguir esposa. Eso no fue problema, tuvo bastante opciones y eso resultó un tanto complejo, dice que se enamoró de una mujer serpiente, otros dicen que ella contaba con ayuda y le lanzaron un hechizo, al estar con unión fue un caos a nuestro linaje y raza, no tuvieron hijos, pero gran parte de los nuestros murieron en esa época, tuvo que matarla y luego de eso duró un periodo muy mal. Duró bastante solo, de tanto clamor, la diosa luna otorgó a cada rey un don especial y poder identificar nuestra pareja ideal o más bien conocida conocida, como alma gemela. - Suspira. - Lo que trato de explicarte, que elegir pareja para estar en él otro es algo muy delicado y no solamente me afectaría a mí, sino también a mi reino.

- Comprendo. - Digo. - ¿Al menos pudo ser feliz? ¿Tuvo otra oportunidad?

- Sí, soy una de sus descendientes, gracias a la diosa luna. Antes decidimos, pero  luego de esa mujer todo cambió, nosotros somos de raza y procedente celestial, no podemos contaminarnos además, la vegetación y toda la naturaleza es parte esencial en nuestras vidas.

- ¿Y los demás ciudadanos de tus tierras corren con lo que digamos está maldición? - Niega. - Osea eso me alivia un poco, pero entonces: ¿por qué?

Entre Páginas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora