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―¡hey, 57! ―el grito a mi espalda llamándome por mi dorsal hace que me gire hacia la grada, encontrándome a un sonriente castaño inclinado sobre la barandilla para poder estar más cerca.

―donghyuck ―mis hoyuelos salen al instante y me aproximo hasta él, alzando la cabeza debido al desnivel entre el terreno de juego y la zona de espectadores. ―¿qué haces aquí?

―¿en serio crees que nos íbamos a perder el último partido de la temporada? hemos venido a animarte ―me aclara señalando hacia atrás, donde sus hermanas están saludando frenéticamente en mi dirección y sujetando un cartel que dice "¡a por ellos, jeno!"

no puedo evitar enternecerme ante la escena y les correspondo al saludo, añadiendo un beso hacia ellas y haciendo que griten con alegría. luego mi mirada se centra en el mayor de los kim, quien no ha apartado sus orbes celestes de mi rostro. tengo que contenerme para no saltar hacia la grada y besarle frente a todo el mundo, que es justo lo que tengo ganas de hacer.

―¡lee, ven aquí cagando leches! ―el rugido del entrenador nos sobresalta a ambos, por lo que le dibujo una mueca de disculpa.

―mucha suerte ―me desea con su típica sonrisa que hace que las esquinas de sus ojos se arruguen.

―te dedicaré todos mis touchdowns ―prometo, guiñándole un ojo instantes antes de alejarme y reunirme con el equipo.

mis rodillas tiemblan mientras escucho las últimas indicaciones del coach, sintiéndome como si fuera mi primer partido. soy plenamente consciente de que el motivo de mi nerviosismo no es mi falta de experiencia, sino cierto castaño de ojos mieles y curvas de infarto que no puedo sacar de mi mente y ha decidido venir a animarme única y exclusivamente a mí.

el encuentro se desarrolla según lo esperado, nuestros rivales son competitivos y duros de roer, pero nuestra estrategia está perfectamente planteada, así que no me cuesta subir los primeros seis puntos a favor en nuestro marcador. como he prometido, me giro en dirección a las gradas, sabiendo dónde se encuentra donghyuck con sus hermanas y lo señalo mientras sonrío, dedicándole el tanto.

incluso desde dónde estoy puedo ver cómo se sonrojan sus mejillas y, aunque una de las cosas que más me gustan de él es el descaro y la poca vergüenza que tuvo para pedirme que me acostara con él a cambio de que me hiciera mi proyecto de química, sé que no le gusta ser el centro de atención. y gracias a mi gesto hay varias decenas de ojos puestos en su persona.

aunque está reñido hasta el último momento, logramos alcanzar la victoria con relativa comodidad. es de esos partidos en los que sabes que tu contrincante no te lo pondrá fácil, pero tienes muchas papeletas de ganar. además, que el ambiente entre ambos equipos sea una competitividad sana, pues nos llevamos bastante bien entre todos, solo hace que disfrute todavía más de enfrentarme a ellos.

el campo se inunda de nuestros compañeros de clase y afición una vez el árbitro ha anunciado el final del partido, rodeándonos para celebrar haber terminado la temporada sin ni una sola derrota. me regocijo con las palmadas de mis compañeros, equipo técnico y demás personas felicitándome por mi buen papel antes de escuchar la voz chillona de una de las gemelas.

―¡ nono ! ―exclama no demasiado lejos, haciendo que me gire en su dirección.

donghyuck las mantiene alejadas del tumulto, no queriendo que se encuentren entre los sudorosos y poco cuidadosos cuerpos del resto del equipo. me alejo lo suficiente para no estar al alcance de nadie más y me arrodillo en el suelo abriendo mis brazos, invitándolas a que se acerquen.

no lo dudan ni un solo instante, pues enseguida llegan corriendo y se una mano empujando mi cabeza hacia su centro es todo lo que obtengo como respuesta, ordenándome silenciosamente que lo haga.abalanzan sobre mí, haciéndome caer de espaldas. las envuelvo a las cuatro en un estrecho abrazo, aprovechando su pequeño tamaño para abarcarlas con mis largas extremidades. ellas ríen mientras me quejo exageradamente de que he sido arrollado por una apisonadora y comienzo a hacerles cosquillas, logrando que sus carcajadas incrementen todavía más.

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