[13] No dejes de correr

105 5 3
                                    

El ardor de mis piernas me decía que parara por un momento para descansar y luego continuar corriendo. Pero no podía hacerlo ya que una inmensa nube teñida de negro y llena de cenizas se acercaba.

Durante el pequeño trayecto de 7 minutos corriendo nos habíamos topado con más dinosaurios, también huían de todo el desastre a que aparecía detrás de nosotros.

Las primeras veces pensaba que nos harían algo pero al contrario, es como si no supieran de nuestra existencia y solo escaparan.

Prestando más atención a querer salir con vida no me había dado cuenta de los gritos de Owen hasta que recapacité y me recordé al instante de Claire y Franklin.

Levantando la vista y sin creerlo, ellos estaban a un par de kilómetros de distancia, Owen les gritaba indicándoles que corrieran. No se tuvo que repetir la acción 3 veces debido al estruendo que se generaba detrás nuestra. De lejos vimos como ellos comenzaban a correr.

Pudiendo alcanzarlos, logramos poder llegar hasta ellos y ahora correr juntos para que ninguno se quedara atrás. Llegando hasta unos grandes arboles y matorrales comenzamos a pasar en ellos a pesar de los rasguños y heridas que nos ocasionarían las ramas.

Parando un momento para posicionarse detrás de un gran tronco, nos quedamos ahí para evitar que algún dinosaurio nos llegara a lastimar.

Pero cada vez pasaban más y más dinosaurios destruyendo el resto del tronco. Solo faltaba muy poco para que pasaran por donde nos encontrábamos. Estaba en la orilla del lado izquierdo, cuando vi como destruían el resto del tronco; abracé a Claire con todas mis fuerzas.

A decir verdad, los 5 estábamos aterrados por lo que pasaba. Un empujón nos hizo alejarnos del lugar en donde nos posicionábamos, y dándonos la vuelta, todo ese rato habíamos estado protegiéndonos en la parte delantera de una giro esfera.

—¡Entren! —gritó Owen empujándonos a nosotros 4.

A puros tropezones y temblores corrimos hasta la puerta de este y la primera en entrar fue Claire, yo fui la siguiente y al notar que solo habían dos asientos lo único que se me ocurrió fue sentarme en sus piernas. Ella claramente se había puesto el cinturón de seguridad y me sostuvo firmemente para evitar algún accidente.

Franklin entró y en seguida se abrochó el cinturón. Pero la cosa paró cuando Zach supo cual sería su lugar.

—No me sentaré en sus piernas —demandó ignorando el caos de afuera.

—No se sentará en mis piernas —Franklin también objetó.

—¡Solo siéntate! —gritamos Claire y yo, no era momento para debatir en cual lugar se debería de sentar quien.

Con una mueca rara, Zach subió y se sentó un las piernas de Franklin. El mencionado solo se quedó también con una rara mueca.

Y pensando en como entraría Owen, desgraciadamente no se pudo hacer debido al sonido familiarizado de un dinosaurio.

Girando lentamente la cabeza para ver, claramente era un dinosaurio. Este veía a Owen como su próximo bocadillo. Y con los nervios por doquier solo rezaba para que no nos hiciera nada.

Y creyendo que Dios había escuchado mis suplicas me alivié por un segundo al ver que el mismo dinosaurio se había ido a atacar a otro que pasaba por ahí.

Pero como siempre, algo debía de pasar.

Ya que la pelea de estos dinosaurios causó que empujaran la giro esfera y que nosotros estando ahí dentro esta comenzara a moverse.

Rodando lentamente empezamos a movernos. Claire me abrazó con un brazo para impedir que cayera al vidrio. Mientas que con el otro brazo trataba de ayudar a Franklin a sostener a Zach. No me sorprendía ver que Franklin no abrazaba a Zach para impedir que cayera de cara al vidrio.

Jurassic World - Zach MitchellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora