Mi vecino (Itanaru)

Capítulo 3

-¿Es enserio este reporte?- el rubio confirmó con molestia, Kakashi revisaba nuevamente el informe firmado por la rubia ex Hokage -¿estás queriendo decir que la tierna y dulce Hinata te… envenenó para enamorarte? -el pequeño lo vio enojado -tierno mi trasero dattebayo, esa tipa está loca, quería enamorarme con hierbas, además, me pudo haber matado, cuando le pedí tiempo, se puso a gritarme que desde niña estaba trás de mí, está enferma y no la quiero cerca Kakashi-sensei, hablo en serio -el peliplata bajó el informe, lo vio con cuidado -¿no crees que exageras? tal vez fue la manera equivocada, pero yo veo que te quiere en verdad -el rubio lo vio mal, el Nara negó -que fastidio, lo quiere tanto que lo envenenó, ese amor es enfermo, tóxico sensei -Kakashi los veía analizando sus palabras -no creo que sea un problema, ya terminaste con ella, una orden es demasiado-

El rubio apretó sus puños, estaba cabreado, todo lo tenía acumulado, simplemente no quería saber más de la chica -estoy en mi derecho de alejarla, habló en serio, no la quiero cerca, si no me da esa orden, traeré a la abuela para que lo convenza de una manera tierna y delicada sensei -el pequeño habló entre dientes, dejaba salir un aura roja, sus cabellos ondeaban peligrosamente. Kakashi abrió los ojos con sorpresa, sintió frío recorrer su espalda al imaginar a la Senju golpearlo tiernamente o a su alumno, que visiblemente se veía fuera de sí, vio a Shikamaru quien se había alejado varios metros astutamente -está bien, la tienes, no tienes que enojarte tanto Naruto- el Hokage sacó una hoja del archivero, comenzó a llenar el formulario. Al final selló el formato firmándolo apropiadamente -bien, ahí está tu orden y una copia del expediente médico, me quedaré otra, mandaré el original con lady Tsunade -el rubio vio su orden, sonrió con molestia -bien, ahora sí Shika, vayamos a beber sake, me urge un trago -el sensei los vio con sorpresa, pero se limitó a leer su preciado libro negando con la cabeza.

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-Rubio problemático, tienes que calmarte -el pequeño lo veía con cansancio -se debió regocijar cuando caí en su maldita trampa, seguramente había cantado victoria la muy loca, tan calladita y mojigata, tonterías -se tomó de golpe un platillo de sake, hasta que recordó algo -oh demonios, tiene copia de las llaves de mi departamento, debo mudarme, quien sabe qué más dejó en el lugar -Shikamaru reía divertido -no seas exagerado rubio, pero tal vez debas mudarte, la zona donde vives es horrible, por el barrio Nara hay un edificio de departamentos de shinobis, vi hace días que vendían un departamento, vende el tuyo al estado y múdate ahí, es un lugar tranquilo -el rubio analizaba sus palabras, tal vez sea hora de un cambio, necesitaba uno con urgencia -lo haré, será un buen cambio-

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Naruto guardó todo en unos pergaminos de almacenamiento revisando cada artículo con cuidado de identificar esa maldita sustancia, descubrió dos de sus ramen violados de la tapa, tenían la sustancia en ellos, estaba fúrico, eran los de edición limitada que Ero-sennin le llevó antes de su muerte, los guardaba como un preciado recuerdo, vació su casa, había ido con Shikamaru a vender la propiedad al estado en el sótano de la torre Hokage, le habían dado la cantidad suficiente para poder adquirir un buen departamento en la zona de clanes, realizó el trato, le habían dado un gran descuento en su nuevo hogar, con eso compraría unos muebles.

De repente sintió la presencia de la chica Hyuga, la cual estaba por llegar al departamento que estaba por dejar, metió el resto de los pergaminos en una mochila, salió corriendo por el balcón a gran velocidad perdiéndola por completo. Al llegar a su nuevo departamento colocó un sello de chakra para que no localizaran su nueva casa comenzó a acomodar sus cosas con cuidado de ser ordenado, los pocos muebles que tenía, hacían ver vacío el lugar, iría a comprar algunas cosas para ir acomodando su nuevo hogar, sonrió satisfecho, decidió dormir complacido por esa nueva etapa en su vida.

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-Hokage-sama, ¿me ha llamado? -junto a ella un Shino y kiba habían asistido a acompañarla -así es Hinata, tengo que hablar contigo de algo importante -la chica lo vio con duda -Naruto se realizó unos estudios, se encontró en su cuerpo una droga en su sistema -la chica abrió los ojos con miedo, decidió fingir -oh por kami ¿se encuentra bien? tengo que ir a verlo, debo estar a su lado -sus compañeros se veían sorprendidos por lo que el Hokage decía- ¿por qué te sorprende? esa misma droga estaba en el ramen que llevaste a su casa el otro día, serías tan amable de explicarme -Kiba y Shino no podían creer lo que estaban escuchando, pero para el Inuzuka eso eran tonterías, seguro Naruto lo estaba exagerando, la chica comenzó a llorar desesperada -no sé de qué habla Kakashi sensei, le juro que no tengo nada que ver, yo lo amo, nunca le haría daño, sé que me pidió un tiempo, pero yo le voy a demostrar que sólo quiero lo mejor para él -el Hokage negó -no es así de fácil Hinata, esa droga pudo haberlo matado, lo lamento, tengo que informarte que solicitó una orden de restricción en contra tuya, ya no podrás acercarte a él nunca más -la chica negó con desesperación ante la vista de Shino y Kakashi -miente, Naruto-kun nunca me haría eso, él me ama, sólo está un poco confundido, tengo que hablar con él- el Hokage se acomodó en su silla, ahora entendiendo porque Naruto quería quitársela de encima.

-No Hinata, en cuanto te acerques a él, serás encarcelada, acéptalo, ya lo perdiste, eres bonita, puedes encontrar a alguien más -la chica negaba horrorizada -usted no entiende, toda mi vida lo he amado, siempre he soñado con caminar a su lado, no puedo simplemente olvidarlo -tapó su rostro, corrió fuera de la oficina con un kiba preocupado por ella -Shino, aconséjala, no es sano para ella pensar de esa manera, se puede meter en problemas. Naruto realmente estaba molesto, no la quiere cerca- el Aburame confirmó con tranquilidad -trataré de hacerlo Kakashi-sensei -el chico salió del lugar.

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Naruto estaba cerrando su departamento con llave cuando sintió a alguien cerca de él, levantó el rostro, se sorprendió -no sabía que tenía vecinos -el chico lo vio con cuidado -mucho sin verte Naruto, había estado en misión, bienvenido al complejo -el rubio sonrió divertido -¿creí que vivías con Sasuke?- el Uchiha negó -no hemos arreglado aún nuestras diferencias, estamos en paz, pero aún existe cierto coraje contra mi, lo entiendo -el rubio lo vio con algo de tristeza -ignóralo, es un bastardo, tal vez podríamos comer en un rato, así platicamos y nos ponemos al día, ¿te parece?- el azabache confirmó con tranquilidad- me parece bien, ahora iré a descansar, estoy algo cansado -el pequeño confirmó, se despidió rápidamente.