Diferente

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*chack* *chack*

Continuaban sonando los golpes entre Shinko y su hermano poseído, había pasado casi media hora, la niña ya se notaba agotada, parpadeaba mucho y su respiración era acelerada, mientras que el joven continuaba fresco, aunque un poco molesto pues su oponente no daba su brazo a torcer y continuaba atacándolo sin parar.

Usando varios kiris y genjutsus, es como se mantiene al ritmo de su hermano, este usaba todo tipo de técnica, pero eran esquivadas, al límite que le pareció ridículo.

—¡Ya basta niña!, ¿Cómo es que puedes aguantar tanto? —

Shinko se detiene frente a él con la cabeza abajo y jadeando, este la mira fijamente enojado, un viento fuerte los rodea levantando y alborotando sus cabellos, la niña levanta sus ojos rojos y estrellados para responderle al joven.

—. . . porque fui entrenada para esto, Itachi-sama, me entrego esta misión—

Lo ataca enseguida con una espada, la espada de Sasuke quien se había desmayado, aprovecho un momento para acercarse a él y tomarla, ahora se enfrenta con todo a su hermano, pero ya estaba muy cansada.

—no me hagas reír, soy un Dios, no me puedes ganar—

—como quería no—

El muchacho le da varias palmadas en el pecho haciendo que Shinko quede paralizada.

—ya me cansé de tu juego—

—(no...)—

Dice el pelinegro levantándola y enterrándola en el suelo —(duele, un montón, no respiro, ayuda, papá) —

—¡SHINKO! —

Grita su padre desde el otro lado, el joven levanta su cuerpo suspirando fuerte, todo se queda en total silencio, su padre espera que su hija reaccione como lo había hecho antes, a pesar de los golpes se volvía a levantar, pero, los segundos seguían pasando, y la niña no aparecía por ningún lado.

—Haaa, esa mocosa me dio muchos problemas ¡ack! —

Sasuke levanta su mirada rápidamente al ver que algo no iba bien con su hijo

—maldición, abuse mucho de este cuerpo—

Observa con atención, y empieza a notar como los ojos del muchacho cambiaban y empezaba a tomarse de su cabeza.

—ts, es todo por hoy, pero será mucho tiempo hasta que...—

—ya entiendo— dice el hombre acercándose al muchacho con los ojos bien abiertos y algo aliviado —no puedes permanecer mucho tiempo en el cuerpo de mi hijo, o al menos no hasta que tengas todo de él, ¿se te acabo tu tiempo?, bien, pero para la próxima, te sacare de su cuerpo—

—. . . jajajaja, no me hagas reír, apenas pudiste mantenerte en la batalla, la única que parece poder conmigo, es esa otra mocosa, pero me relajo, cuando vuelva a poseer este cuerpo, lo primero que hare será matarla, sin rodeos ni entretenimientos—

—AHHHH! —

El cuerpo del joven cae al suelo como piedra, Sasuke camina hacia el arrodillándose para tomar la cabeza del muchacho y colocarla en sus piernas, da varios suspiros pesados y al fin puede descansar sus ojos. Entonces en ese momento, el otro Sasuke se acerca a él con la niña en brazo, ella también estaba agotada, dormía profundamente, ambos hombres se miran fijamente preocupados, los niños estaban acabados por ellos mismos, guardaban un poder que sobrepasa al de ellos, es mucha responsabilidad y peligroso.

—estos niños... son peligrosos—

—Naruto me lo advirtió, desde que Itsuke nació, vieron un increíble chakra dentro de él, mi hermano me contó que puede ser el motivo por el cuál los Hyugas y los Uchihas no tenían permitido acercarse los unos a los otros, ni mucho menos entablar una relación, ese es el motivo por el cual en la academia los dos clanes se ignoraban, pensé que era por mantener el orgullo de cada clan, al parecer era por el increíble poder que se uniría con la mezcla de ellos—

En mi otro MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora