San Lang.

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Tarde. Xie Lian estaba en el jardín, esperando por su visita, casi era la hora. Mu Qing peinaba su cabello.

– ¿Ya escuchó que mañana parten las tropas al norte? – preguntó Mu Qing.

–Sí...–sabía qué implicaba, su HuaHua partiría a la guerra.

–Alteza, ese invitado suyo...causa mucho disgusto entre las personas del Palacio. No es muy difícil darse cuenta, es aquel niño que usted metió a la fuerza al hogar de Sus Majestades.

–... ¿Y qué si es él? – Xie Lian empezó a zapatear.

– ¿Ya escuchó esos desagradables rumores de él en el ejército?

–...

–Debería echarlo.

– ¿Por qué debería?

–En fin, no importa qué intenciones tenga con usted, si trata de hacerle algo, nos ocuparemos de él.

Xie Lian trató de hablar en tono sereno: –Yo puedo manejar esto, sólo no se metan.

–...Es raro, cuando ese niño se fue, tú dijiste con mucho odio que no querías volver a oír sobre él. Y nadie volvió a tocar el tema, todos estábamos felices, pero ahora vuelves a invitarlo al lugar de donde fue rechazado. ¿Por qué?

–...

–Es como dijo Su Majestad, usted está jugando con ese muchacho, como con un cachorro.

Xie Lian se frustró, siempre que lo confrontaban con sus padres, se sentía impotente, algo en él simplemente se desmoronaba y era ahí cuando su adversario, en este caso Mu Qing, ganaba. Aun así, Mu Qing dio la última estocada: –Sus Majestades ya están al tanto, sólo esperan el momento de hablarlo con usted...Quizá esperan que recobre el sentido común y lo eche antes que ellos lo hagan.

Mu Qing se retiró y Xie Lian se quedó esperando, lo que no sabían era que San Lang llegó temprano y escuchó la conversación. Por alguna razón creyó que Xie Lian no lo había reconocido, ¡incluso sabía lo del rumor del ejército!

–Su Alteza lo sabía, ¿por qué no dijo nada? ...Él debe estarse preguntando lo mismo de mí.

No deseaba que Xie Lian supiera sobre su pasado o de su afecto por él, o asociaría que buscaba su proximidad para sacar beneficio. ¿Será que Xie Lian lo estaba poniendo a prueba?

Xie Lian pidió con odio que no volvieran a hablar de él. La verdad no le importaba si Xie Lian lo odiaba, él siempre le serviría con su vida; además, no lo creería hasta que Xie Lian lo afirmara de su propia boca. Sin embargo, si él le causaba un disgusto tan grande como para que lo odiara... ¿lo correcto no sería apartarse?

Gege ya no es virgen. | TGCF | - 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora