Todo Dentro (SuperCorp)

Capítulo 8 : Ayuda con 'eso'

"¿Qué?" Kara dijo con los ojos muy abiertos.

Por un segundo, su cerebro le proporcionó imágenes de todo lo que Lena podría estar haciendo y la mayoría de ellas involucraban la boca de Lena entre sus piernas.

Lena levantó una ceja y le dirigió otra mirada, esta teñida de picardía.

"Te daré tres conjeturas", dijo Lena con tono claro.

Kara inmediatamente comenzó a ahogarse.

"No podría pedirte que hagas eso, Lena, estaré bien. Es solo-"

Lena se inclinaba más cerca y Kara tenía problemas para pensar por qué era una mala idea.

"No me opongo a eso en absoluto", dijo Lena en voz baja, con los ojos en Kara, observando cada pequeño movimiento de su rostro. "Sabes que no soy heterosexual y bueno, estamos comprometidos..."

Lena comenzó a arrastrar una mano por la pierna de Kara y se estaba volviendo muy difícil para Kara no separar inmediatamente las piernas para permitirle a Lena acceder a su cuerpo alarmantemente listo.

"Si tienes una necesidad, una picazón". Los ojos de Lena se encontraron con los de Kara. "Puedo rascarlo por ti."

Kara no respiraba muy bien y el corazón le latía muy fuerte en los oídos.

"¿Hablas en serio?" ella preguntó.

Lena hizo uno de esos pequeños encogimientos de hombros que parecían transmitir tanto y no lo suficiente. Luego le dirigió otra sonrisa traviesa.

"Querida, claramente necesitas sexo, y vas a luchar para hacerlo tú mismo en tu estado actual de lesión para que yo pueda ayudarte. ¿No es eso lo que hacen las prometidas después de todo?"

Kara sabía que era una idea terrible. Tener sexo con Lena no ayudaría con el asunto de los sentimientos. ¿Y si fuera terrible? No, esta era Lena, ella sería increíble al igual que lo es con todo lo demás.

Lena bajó la manta y el escalofrío de Kara no tenía nada que ver con el frío cuando Lena se acercó un poco más.

"Si no lo quieres, entonces dime que me detenga", dijo Lena con la boca seductoramente cerrada.

La mano de Lena se deslizaba por la pierna desnuda de Kara, sus cortas uñas arañaban muy levemente su piel. Kara notó que sus piernas se abrían por sí solas y Kara estaba tratando con todas sus fuerzas de no gemir cuando la mano de Lena se movió entre ellas. Su mano se cernió sobre el espacio cubierto entre las piernas de Kara sin tocarlo pero tan cerca. Si Kara moviera las caderas un poquito, Lena la tocaría.

"Puedo ver la preocupación en tus ojos. No necesita significar nada. Puede ser solo sexo", le susurró Lena al oído. "Dime que detenga a Kara y lo haré".

Kara no podría decirle a Lena que se detuviera ahora, incluso si quisiera. Todo en ella le rogaba que simplemente se recostara y dejara que sucediera. Dejar que Lena se bajara los pantalones cortos y deslizara esos hermosos y largos dedos profundamente dentro de ella hasta que la tensión que se había estado acumulando dentro de ella todo el día finalmente se rompió. El perfume de Lena invadía sus sentidos haciéndole cada vez más difícil pensar en otra cosa. Olía tan bien y Kara la deseaba.

Entonces Lena volvió a tocarle los muslos. Su mano se sentía casi caliente sobre la piel desnuda de Kara. Kara se mordió el labio para no gemir cuando sintió que las manos de Lena se movían más arriba para tocar su cadera desnuda y luego sus dedos se deslizaron debajo de su camiseta, esas maravillosas manos subían más y más.

"Kara, si no me detienes pronto, mis manos estarán sobre ti", dijo Lena con la voz ligeramente quebrada.

"Por favor", susurró Kara. "Por favor, Lena, tócame".