Lo primero es lo primero y no puedo empezar a contaros mi historia sin presentarme. Me llamo Izara, ahora mismo tengo 21 años y para empezar a entenderme hace falta viajar mucho más atrás, 14 años para ser más exactos. Mi vida cambió completamente por algo muy común ahora mismo, el divorcio de mis padres. Con 7 años la gente piensa que los niños no se enteran de nada, pero yo era la que todas las noches aguantaba los gritos e insultos tanto de uno como de otro, hasta que un día no hubo más, porque mi padre no volvió a dormir en casa. Me acuerdo que la primera noche escuché a mi madre llorando (nunca he dormido mucho) mientras hablaba por teléfono diciendo que como le explicaría a sus hijos que su padre no estaba porque un día decidió ponerle los cuernos a su madre. Obviamente era lista, pero no tanto, "poner los cuernos" no sabía lo que significaba, no entendía nada, pero sabía que si preguntaba mi madre me reñiría por no estar durmiendo a esas horas. Así que lo dejé pasar. Había pasado ya una semana desde que no veía a mi padre, me acuerdo que me hice una brecha en una ceja y nunca llamó para ver qué tal estaba. Igual os parece una tontería pero para una niña de 7 años abrirse una ceja y que su padre ni pregunte por ella pues duele. Poco tiempo después nos llevaron a casa de mis primas (por parte de padre) y ahí estaba él. Me acuerdo perfectamente de su cara mientras me decía que cuidase de mi madre y de mi hermano, que él se iría lejos y tardaría algún tiempo en vernos (sorpresa se fue a vivir a otra comunidad, a 5 horas de nosotros, con la tía con la que le puso los cuernos a mi madre y a la que conocía desde hacía dos semanas). Así fue, tardaba tiempo en vernos, pero no creáis que en ese tiempo preguntaba lo más mínimo por nostros. Cada vez que venía, nos recogía y nos llevaba a casa de mis abuelos paternos mientras el se iba con la otra a un hotel. Como os dije antes, aquí fue justo cuando mi vida se empezó a desmoronar, con tan solo 7 años.
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UNA PARTE DE MI.
No FicciónPara conocerme a día de hoy, para entender cada pensamiento y para entender cada sufrimiento, primero hace falta conocer mi historia. Si alguna vez has sentido que por cosas vividas nadie puede entenderte en muchas ocasiones, estas en el sitio adecu...