*Narrado por Lola*
Y al fin, los dos nos fundimos en un tierno y bonito abrazo, ya nada importaba, el tiempo parecía haberse parado, solo estábamos el y yo, que a pesar de tener un difícil futuro los dos bien sabíamos que la suerte empezaría a surgir entre nosotros y tal vez solo tal vez un amor, uno amor verdadero, un amor de película, pero claro eso solo tal vez, o tal vez ese abrazo fuese un bonito comienzo de una larga historia de amor. Pero claro antes de todo e tendrían que pasar muchos momentos tanto buenos como malos.
-Lola...
-Dime..
-Me gusta abrazarte
-¿Por qué?- dije sonrojándome, menos mal que estaba oscuro, odiaba que la gente supiera mis verdaderos sentimiento y eso de sonrojarme gritaba a los cuatro vientos lo que estaba sintiendo en ese mismo instante.
-No sé, simplemente me gusta sentir que eres mía, tenerte junto a mi, me hace sentir que el mundo gira al rededor de nosotros, y eso me encanta, pero no tanto como me encantas tu.
Y sí por una vez en mi vida no supe que decir me quedé sin palabras.
Al rato le pregunté si quería comer algo, yo estaba hambrienta parecía que un león estuviera dentro de mi, nunca pensaría que mis tripas podían llegar a hacer esa clase de sonidos, completamente impresionante. Mientras que yo preparaba una ensalada y unos bocadillos, el pequeño, adorable, latigable, violable Eddy ponía la mesa.
Era gracioso como comía parecía un niño chico devorando su comida favorita, ver como daba la vuelta a los ojos mientras masticaba y me escuchaba hablar y hablar, aunque el de vez en cuando asentía para que supiera que realmente estaba escuchándome y no pasaba de mí.
Miré la hora Oh mierda no, mi padre llegará dentro de poco, muy poco. Recogimos rápidamente mientras le contaba que llegaría mi padre, y es que no quería que lo viese, ya que llegaría alcohólico como siempre... Antes de terminar escuché la llave en la puerta... !MIERDA¡
-Eddy rápido sube a mi cuarto y escondete, no quiero que te vea aquí.- El asintió con la cabeza y subió las escaleras como si la vida le fuera en ello.
Vi como lentamente la puerta se abría y dejaba ver a un hombre, que yo totalmente desconocía, ese ya no era mi padre. Mi padre "murió" para convertirse en esto.
Se acercó a mi con rabia alzó el dedo señalándome las escaleras.
Yo rápidamente obedecí a lo que decía no quería que me pegara otra vez.
Fui subiendo los escalones lentamente hasta llegar a mi puerta la abrí y por mi sorpresa vi a Eddy tumbado en mi cama, al darse cuenta que estaba allí me dedicó una sonrisa, era jodidamente perfecta, esto parecía un puto cliché.
-Lola
-Dime
-¿Me regalas un unicornio?
-Emm... ¿De que color?- Dije siguiéndole el juego.
-¡Rosa! Lo digo de verdad.- me dijo poniendo cara de cachorrito.
-Si si- dije soltando una gran carcajada y rápidamente tapándome la boca.
Me levanté de la cama, cogí unos cojines y unas mantas, y las coloqué en el suelo.
-¿Que vas a dormir en el suelo?-Dijo Eddy levantando una ceja.
-No muchachito, tú vas a dormir en el suelo.
-Noo yo quiero dormir contigooo por favor por favor.
-No Eddy...-dijo mientras que Eddy se tumbaba en la "Cama" que le había preparado.
-¿Que crees que te voy a violar?- dijo sarcásticamente soltando una pequeña carcajada.
-Mhmm- dije en tono afirmativo, intentando dejar abiertos mis ojos, mientras que estos hacían lo posible por estar cerrados, y tras esta dura lucha por intentar seguir teniéndolos abierto me quedé dormida, sin saber que algo a lo que no estaba preparada aún esta pasando en ese mismo instante...
