*Narrado por Lola*
Cuando nos disponíamos a salir, me encontré a la persona que menos quería encontrarme, y ¿A qué no os imaginais quién? Mario,el mismo que destrozó mi corazón y lo rompió en trozos y ¿A que no os imagináis que? Iba acompañado de alguien. Nada mas ver como iba vestida se le veía que era de esas chicas que van de uno en otro, aunque claro había que decirlo todo, era bastante guapa la chiquilla. A decir la verdad nunca hubiese creído que Mario llegaría a ser así, creía que era otra persona diferente, pero por lo visto estaba equivocada.
-H-Hola Lola- le miré rápidamente, seguía igual, le dediqué una ligera mueca y me fui.
Me siento mal conmigo misma, por haberme planteado, que me podría querer pero como ya sabía todo eran enredos suyos, para conseguir lo que quiere, pero esta vez no lo conseguirá estoy harta de todo y de todos.
-!Eddy¡-dije tirando de el porque quería mi helado.
-Si,si tranquila ya vamos.
Y aquí me encontraba yo, sentada delante de una persona que había conocido hace nada tomándome un helado.
Hablamos un rato, y podría jurar que el no es de aquí no tiene el acento típico Americano, al parecer tenía los mismo gustos que yo, le gustaba leer y las mismas bandas de música cosa que me extrañó bastante.
Le conté toda mi historia con Mario, no izo nada se quedo bastante quieto, escuchando detalladamente todo lo que le estaba contando, todo lo que me izo sufrir, él simplemente se dedicaba a mirarme con esos intensos ojos azules y por una vez en mi vida, sentí que todo estaba bien, que mi padre no estaba por ahí bebiendo, mi madre estubiese en casa preparando la cena y yo no estubiese aquí reprimiendo toda clase de sentimientos, los que algún día tendré que sacar a la luz. Algún día porque eso por ahora no iba a ocurrir.
