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Capítulo 1
Estoy dentro

—... necesito una firma en este documento y al final de este otro —me indicó la mujer de la recepción tras el mostrador.

Con la birome firmé sobre el guión y aclaré el documento al lado. Todavía me temblaban las manos de la emoción y los nervios que estaba sintiendo ahora mismo.

—Listo —dejé todo sobre el mostrador.

—Muy bien, con el analítico faltante debería estar todo en forma —aclaró ella con una sonrisa mientras buscaba algo en los cajones de la parte trasera de la sala—. El pago de la matrícula y la inscripción también, así que lo único que falta es esto... ya se mandó a imprimir.

La mujer cerró uno de los cajones del mueble trasero y pude avistar en su mano como cargaba lo que parecía ser una tarjeta. Supe inmediatamente de lo que se trataba, solo que no lo hubiese esperado en tan poco tiempo.

—Esta es su tarjeta de identificación, se usa para la biblioteca, la cafetería y para la residencia si es el caso que desee alquilar una habitación. Le aclaro que las habitaciones se comparten, todas y no hay excepciones —deslizó la tarjeta sobre la mesa, pude ver mi nombre escrito en ella.

—No, no tengo intención de alquilar, vivo bastante cerca —aclaré de antemano mientras veía la identificación.

—De ser lo contrario, puede solicitar una plaza en el edificio cuando quiera, siempre suelen haber lugares disponibles —me explicó la mujer—. Así que cualquier duda, siempre esta la recepción para responderlas —sonrió—. Oh y con respecto a las clases...

—Dijo que había clases en español, ¿cierto? —pregunté un tanto nerviosa al recordarlo.

—Si, por supuesto, es algo que se implementó hace unos años debido a la cantidad de estudiantes extranjeros que acuden a la universidad —asintió con una orgullosa sonrisa—. Lamentablemente, no todas las clases de tu carrera son en español, aunque según el informe que nos enviaste, aquí dice que tu nivel de ingles es muy elevado...

—Si, asi es —no quería admitirlo, pero el hecho de saber que algunas de mis clases serían en ingles y debería entregar trabajos y tener evaluaciones en ingles sobre temas que debería estudiar y memorizar... me aterrorizaba en cierto modo. Era como un doble trabajo extra el que debía hacer—. Pero me siento más cómoda con clases en español.

La mujer esbozó una sonrisa comprensiva, de igual manera negó con la cabeza.

—Comprendo, pero por el momento no tenemos el personal suficiente para todas las clases... —apoyó sus antebrazos sobre el mostrador y se arrimó sobre el mismo—. Hay clases de refuerzo de ingles si es necesario...

—¡No! —negué inmediatamente—. No, pero gracias...

—Bueno... si eso es todo —rodeó el mostrador dirigiéndose hacia mi—. La esperamos el lunes por la mañana.

Estiró su mano hacia la mía y con gusto la estreché.

Después de una cordial despedida, me acompañó hacia la puerta por la que había ingresado y una vez que la abrió, me dio el paso para dirigirme a la salida. Sin embargo, había alguien aguardándome en la sala de espera fuera de la recepción.

Se levantó del sillón junto a la ventana que daba al enorme campus tras el edificio principal que podía verse desde la calle.

—SO?! (¡¿Y!?) —preguntó con una enorme emoción en sus ojos—. Did you get in or not? (¡¿entraste o no?!).

𝐅𝐎𝐑 𝐀𝐋𝐋 | 𝐓𝐈𝐌𝐎𝐓𝐇𝐄𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐋𝐀𝐌𝐄𝐓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora