¿Que hice mal? - Luckity

Segundo mes

Todo transcurría normal, aunque Rubius nuevamente salía temprano y regresaba hasta muy tarde, al patito ya no le estaba gustando nada, así que se armo de valor para preguntarle a su marido él porque de su ausencia.

Encontró el mejor momento, ya que Rubius llegó a casa y se veía claramente feliz ¿por qué? Quien sabe, pero eso le dio más confianza a Quacks de preguntarle.

—Osito, ¿puedo preguntarte algo?— aunque tenía confianza en si mismo, no faltaba el sentimiento de nerviosismo en su cuerpo. Su prometido estaba en el sofá sentado viendo su celular para después despegar su vista de este y ver al patito.

—Que sea rápido.— contesto seco y así tan rápido como respondió, se borro la sonrisa que Rubius tenía en su rostro, dando a entender muchas cosas al igual que apago su celular dejándolo a su lado con la pantalla mirando hacia abajo.

—Bueno, quería preguntarte, ¿a donde vas? Digo, sales muy temprano y llegas muy tarde, me siento muy solo y pues, mínimo ¿podría invitar a Luzu a— no termino su pregunta, pues Rubius se levanto molesto tomando fuertemente la mano izquierda de Quackity.

—En primer lugar, a ti no te debe de importar a donde vaya, no te metas en mis asuntos— apretó aún más lastimando la muñera de la mano izquierda de Quackity haciendo un gemido ahogado de dolor.

—En segunda, ya hablamos sobre invitar al estupido de tu amiguito, Quackity. EL QUIERE ALEJARTE DE MI PARA QUE EL PUEDA FOLLARTE ¿ES QUE ACASO NO LO ENTIENDES? No voy a dejar que ningún imbécil trate de alejarte de mi, entiéndelo. ERES MÍO Y SE ACABO ESTA JODIDA CONVERSACIÓN. Ahora vete a bañar y arréglate, que hoy te ves del asco, como siempre, y también limpia la casa.— soltó bruscamente el brazo del menor para irse de la casa nuevamente yendo a quien sabe dónde.

Luzu vio como Rubius salía enojado de la casa y lo noto porque azoto la puerta al salir y sus orejas de oso estaban hacia abajo, aprovecho cuando el híbrido oso ya no se veía cerca para tocar la puerta y ser recibido por el patito.

—¿No te hizo nada verdad? ¿Te lastimo? ¿Donde te duele? ¿Rompió algo? ¿Necesitas ir al hosp— no pudo terminar de hablar, Quackity pudo su mano en la boca de Luzu para después reír.

—Estoy bien, no, no me hizo nada, solo me duele un poco la mano pero fue porque me lastimé con la mesa y— esta vez, el castaño interrumpió al menor.

—No te creo, se cuando estas mintiendo, tus alas se mueven muy raro y eso solo ocurre cuando mientes— con sus dos manos tomó el rostro de Quackity para después acercarse y darle un pequeño pero significativo beso en la frente del patito. —No necesitas mentirme, si ese maldito te hizo algo dímelo y yo iré a partirle la cara.— hablo seriamente.

—Luzu, no. Rubius es mi prometido y él jamás me haría algo para lastimarme, entiéndelo.— al parecer ese fue el fin de la conversación, pues el azabache le cerró la puerta en la cara a Luzu.

Ese mismo mes (en diferente día)

—Quackity, si Rubius no te quiso decir nada ¿no crees que es por que te esté ocultando algo?— comentó Luzu mientras comía en la casa del patito.

—Mi osito jamás me ocultaría algo, lo sé, tal vez me quiera dar una sorpresa en nuestra boda y por eso llega cansado— dijo, obviamente sin querer mirar la cruda realidad. Al igual que Luzu, estaba comiendo, un platillo que no es alto en calorías.

—Aún así no confió en Rubius y se que el no confía en mi tampoco. Pero Quackity si hay algo que quieras contarm— no acabo, pues el híbrido oso había llegado a casa, esto sorprendió a ambos chicos que estaban comiendo pues se estaban viendo a escondidas sabiendo que a Rubius no le gustaba la presencia de Luzu.

—Quackity ¿Que hace este imbécil en nuestra casa?— dijo, pues en su acento se notaba el gran enojo que tenía en ese momento. — Te quiero fuera de mi casa maldito infeliz.— no tuvo que repetirlo pues Luzu se fue no sin antes mirar con preocupación a Quackity.

—Osito, mi amor puedo explicarlo— Temeroso se acercó a su prometido siendo rápidamente empujado haciéndolo caer de espalda lastimándose nuevamente la muñeca izquierda que anteriormente ya se había curado.

—Te lo advertí una vez y no te hice nada, ahora vuelvo del trabajo y me encuentro a MI prometido tragando como cerdo con el estupido emo.— acomodo las mangas de su blanca sudadera para acercarse al hibrido patito que aún seguía tumbado en el suelo.

—Está es mi segunda advertencia Quackity, vuelvo a ver a este pendejo en MI casa y ten por seguro que no solo tú sufrirás la consecuencias, él también sufrirá y más que tu. Quiero que dejes de tener cualquier tipo de comunicación con el ¿entendido?—

...

...

Quackity no respondió.

...

...

—Puta madre ¿ENTENDISTE?—

nuevamente Quackity no respondió.

—Maldito hijo de perra ¡te enseñaré a contestar cuando te hablo!— Golpeo el rostro del menor haciendo que esté rápidamente se quejara por el dolor, y no sirvió de mucho rogar, pues Rubius volvió a golpearlo pero ahora en el estómago sacándole el aire al patito.

—¡S-Si! Entiendo! No volveré a hablar con Luzu...— como pudo lo dijo, quedándose del dolor. Rubius sonrió y lo cargó llevándolo a la cama que ambos compartían.

—¿Ves mi amor? No es tan difícil hacerme caso, pero si para la próxima no contestas te irá peor, solo hazme caso. Te amo ¿ok?— al finalizar le dio un beso en la frente y lo dejo ahí en la cama yéndose nuevamente.

AL FIN ACTUALICE ESTA MADRE JAJAJAJ desde ayer llevo actualizándolo poco a poco jjjjj

Aún faltan 5 meses jjj