𒀭 ˖ ࣪ 𓂃 O6.

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JeongIn no lo podía ni siquiera creer, ¿en verdad ese era el plan de esa chica? Solo estar con el hijo de la señora Hwang para prácticamente llevarlo a la quiebra, no pensaba que el futuro dueño de Hwang Cosmetics fuera tan ingenuo, pero aún así, esa mujer si que es un peligro para toda una empresa, y toda esa confesión por parte de la chica, había sido demasiado reveladora, tenía que irse, pero de inmediato, guardo la grabación y decidió salir, sabía que sería complicado y más para hacer que no lo vean, pero debía intentarlo, ser lo más sigiloso posible, como todo depredador al cazar a su presa, así que debía ser sumamente cuidadoso.

Comenzó a gatear para poder salir de detrás del escritorio en el que estaba escondido, para su mala fortuna, su pierna no había dado exactamente en un punto clave para no ser escuchado, prácticamente le había dado una pequeña patada al cesto de basura que se encontraba cerca de la silla del escritorio, pronto dejaron de escucharse esos malditos jadeos y chasquidos de los labios juntos de las dos personas que estaban cerca de él.

— ¿Qué fue eso? —pregunto SungJi, pero volvió a soltar un suave gemido al sentir los labios del hombre sobre su cuello.

— Tal vez un fantasma —menciono el hombre cerca de su oído causándole un escalofrío.

— ¡Ya! No juegues con esas cosas, me asustan —menciono ella empujándolo mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho, el chico soltó una suave risa para volver a acercarse a la chica y tomarla por la cintura, SungJi aparto su rostro en cuanto vio que el hombre quería depositar un beso en sus labios como disculpa.

— Vamos, hermosa, no te molestes conmigo, solo fue una pequeña broma —JeongIn rodó los ojos al escuchar eso.

Trato de mirar hacía dónde ambos se encontraban, para su fortuna la chica le sonrió a aquel hombre para pasar a besarlo de nuevo, el beso en verdad que era muy fogoso, JeongIn podía jurar que casi podían comerse uno al otro con solo ese beso, y solo le daba asco, pero al menos ambos estaban cerrando los ojos, no lo verían irse.

Camino agachándose mientras doblaba casi por completo las rodillas, necesitaba ser sigiloso, siguió su camino, pasos rápidos y sin hacer mucho ruido, JeongIn odia caminar de esa forma, parecía que no podía hacer una maldita sentadillas, pero debía hacerlo, debía protegerse, no quería ser descubierto, y al menos esos dos estaban muy ocupados en lo suyo como para prestarle atención, lo que en definitiva era más que conveniente.

Siguió su camino y no pudo evitar sonreír al ver la puerta a un metro de distancia, ¡lo había conseguido! Aunque no debió haber cantado victoria en aquel momento.

— ¡¿Qué?! —la exclamación de la chica solo lo hizo perder el equilibrio y terminar cayendo de cara al suelo, maldición, la maldita alfombra si que raspaba—. ¿Quién carajos eres?

— Y-yo solo —JeongIn se incorporó rápidamente, maldición, maldición, y de nuevo maldición, tenía que escaparse de inmediato.

— Un periodista —menciono el hombre mientras leía el gafete que JeongIn llevaba colgado del cuello, ahora se maldecía a él mismo por tener eso, debió habérselo quitado en cuanto había entrado a aquella oficina—, ¿qué haces aquí?

SungJi estaba atemorizada, si se trataba de un periodista eso solo significaba que la había visto inclusive con aquel hombre, y puede que esto arruine sus planes.

— ¿Tomaste alguna fotografía? —JeongIn negó de inmediato, pero por supuesto SungJi no le creía para nada, de inmediato se apartó del hombre y se dispuso a caminar hacía el periodista.

JeongIn trago grueso, esa chica sí que podía verse intimidante, y más con esa mirada tan profunda y amenazadora con la que lo estaba viendo en aquel momento, parecía que quería tratar de leer sus pensamientos para saber si acaso estaba diciendo la verdad y no una gran mentira.

novio por condición ⋆ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora