novio por condición ⋆ hyunin

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La fachada de una elegante casa fue lo que sus ojos vieron, y por más que no quisiera creer que esa era la casa de Hwang HyunJin, se equivocó, de inmediato el de cabellos cenizos freno el vehículo y apago el motor.

— Hemos llegado —hablo HyunJin con total naturalidad.

JeongIn observaba por fuera todo, ladrillos rojos era de lo que estaba cubierto aquel muro con una enorme reja de barrotes delgados barnizados en pintura negra, y dentro había un enorme jardín, había demasiados arboles perfectamente podados, tal vez ni siquiera habría algún arbusto con flores, pues parece ser que el color verde dominaba todo aquel lugar, la casa tenía varios ventanales, había una puerta principal, y era de dos pisos más lo que es la parte baja.

— ¿Sorprendido? —pregunto HyunJin, llamando así la atención de JeongIn.

— Debo decir que creí que vivías en algún apartamento con más lujos, no creí que una casa a casi las afueras de la capital —menciono JeongIn.

— En realidad, mi madre es la que vive aquí —el periodista miro a HyunJin quien admiraba de igual forma la casa, pero había algo distinto, algo en aquellos ojos le decía que no le agradaba aquel lugar—, en fin, solo una cena y nos vamos, entremos encanto.

Ignorando el hecho de haber escuchado de nueva cuenta aquel apodo, JeongIn se dispuso a abrir la puerta del vehículo, HyunJin había salido primero que él y JeongIn abrió la puerta para poder salir y cerrarla en el proceso, miro como el empresario caminaba en dirección a la reja y la abría con solo colocar una llave.

Miro hacía él mientras abría la reja indicándole que podía pasar primero, JeongIn sintió sus mejillas arder al instante, en verdad que un chico tan atractivo como lo es él, se ofrezca a que pase primero, solo alteraba más su pobre corazón, camino a pasos rápidos y sin levantar la mirada entro, como suponía, no había arbustos con flores, solo árboles y algunos arbustos, pasto bien cortado, todo con perfeccionismo, eso era lo que gritaba aquel lugar.

El sonido de la puerta principal abriéndose fue lo que llamo la total atención de JeongIn, miro hacia el frente encontrándose con una mujer de mediana edad vestida con un traje elegante, falda que le llegaba dos dedos arriba de las rodillas de color vino al igual que el saco, solo su blusa destacaba por ser de un color rosa pálido, y esos zapatos de tacones bajos.

La mujer pareció mirar primero hacía HyunJin con una sonrisa y después y sin nada de disimulo mirar a JeongIn analizándolo de pies a cabeza, JeongIn sabía que sus ropas tal vez no eran las adecuadas, no estaba acostumbrado a que lo mirasen de aquella forma, era cierto que entre millonarios, se la pasan viendo sus ropas, las marcas que usen son importantes, si no llevabas algo que fuera de marca te podrían sonreír falsamente y ni siquiera quisieran tocarte, como si fuera una enfermedad el ser pobre.

— Qué bueno que hayan llegado —sintió como un brazo se colaba por sobre sus hombros, JeongIn miro a su lado a HyunJin quien mantenía una sonrisa en sus labios.

— Sí, perdón la demora, pero esté pequeño no quería salir —menciono HyunJin dándole un beso sobre la cabeza, definitivamente tendría que hablar con él con respecto a aquellos besos inesperados de su parte, no eran agradables y más porque sabía la razón del por qué lo estaba haciendo.

Una suave risa se escuchó de parte de la señora Hwang quien de inmediato entro a la casa, HyunJin al ver aquello no pudo evitar reírse por lo bajo.

— ¿Qué es tan divertido?

— La cara de mi querida madre, ¿sabes? Esto será divertido, recuerda, solo hablaré yo, no quiero errores en esto, y menos que ella nos descubra, aunque no creo que lo haga.