Cuando te conocí.

Mudanzas, cambios y algo mas...

Ahí en ese viejo baúl que después de una ardua limpieza había cobrado vida, en su interior se encontraban cartas, cientos y cientos de cartas apiladas de forma ordenada cual militar con su uniforme, tome la primera sin pensarlo, la emoción podía conmigo y mis cinco sentidos que en el momento parecían inexistentes, abrí el sobre y leí su contenido, la letra ya me era conocida era de papa y decía

Para: Isabella Crapell

De: Nathaniel D'Ville

Mi vida, mañana en la tarde regresare a Vall, deseo verte en la casa que tienen mis tíos en la playa, en una tarde de barbacoa que organizaron nuestros estaré ahí con Charles y mi familia. Ansío verte. Ponte hermosa, como siempre.

                                                                                              Nathaniel D'Ville

A medida que abría más sobres veía todas las cartas que él le enviaba a mi madre.

-Hey mira esto- dijo Lissa sacándome de mis pensamientos pero a la vez poniéndome ansiosa por aquello que señalaba y veía con intriga, mire hacia el fondo del baúl y pude ver una portada de un libro, termine de sacar las cartas y ciertamente habían libros y muchos, que a pesar de encontrarse encerrados por sabrá Dios cuanto tiempo se conservaban en muy buen estado, aparentemente

-Vaya, son los libros que leía mi madre- dije con emoción y asombro mientras sacaba los libros uno llamado María cuyo autor era Jorge Isaacs, La Última Canción, Orgullo y Perjuicio cuyo autor no alcance a ver, entre otras, pero todas trataban de lo mismo, amor.

-Hey Kath- dijo Lissa haciendo que yo girase a verla pero cuando vio que iba a gesticular mi primera palabra puso su dedo índice en su mano haciendo que me callara enseguida, hice caso y ella se acercó a mí- escucha eso- puse atención, y escuche los tacones de mi tía resonando por el pasillo y comenzando a subir las escaleras, le dedique a Lissa una mirada ojiplatica, con solo una seña que le hice con la mano, comenzó a ayudarme a guardar los libros las fotos y las cartas con suma rapidez pero de firma cuidadosa en el baúl, luego de tener todo dentro en sus respectivos sitios cerramos en baúl y ella acomodo la caja donde estaba antes justamente en ese momento mi tía Steph entro de nuevo a la antes polvorienta habitación, yo tome rápidamente el paño con el que limpiaba y simule limpiar el baúl una vez más, si seguía así le terminaría sacando brillo, mi tía abrió los ojos como platos y su tez blanca pero rosa se tornó pálida, muy pálida al dirigir su vista a aquel baúl

-¿de dónde han sacado?- pregunto señalando el baúl con mano temblorosa mientras se notaba a simple vista que se le cristalizaban sus ojos-

-Ehh bueno tía lo hemos encontrado- dije de forma fingidamente relajada- a que es un buen mueble para mi cuarto, combina y todo- cosa que era mentira, quedaría muy fuera de lugar en mi habitación, pero esta no le prestó atención a mi comentario, sentía como las manos me sudaban no acostumbraba mentir y cuando lo hacía me descubrían fácilmente, no era nada buena en ello y sigo siendo así, la sincera Kath.

-ese viejo baúl era de tu madre y tiene  algunas de sus pertenencias y creo que tu padre custodia la llave- en ese momento sonó el teléfono de Lissa

-Ohh perdón creí haberlo apagado- dijo mientras lo sacaba de su bolsillo y veía la pantalla- Kath ya debo irme tu tranquila sé dónde está la salida, nos vemos luego

-ohh vale está bien, cuídate y escríbeme cuando llegues a tu casa

-de acuerdo, adiós Sra. Steph- dijo despidiéndose con la mano

-Adiós querida- respondió esta, al salir Lissa de la habitación confesé

- en realidad acabo de buscar la llave tía, sabía dónde estaba- dije encogiéndome de hombros, en ese justo momento ella se llevó ambas manos a la boca sin creer lo que le había dicho- y bueno antes de que entraras estaba viendo con Lissa lo que tiene dentro, hay muchas cartas de mi mama