Quiéreme...

II

La tutora parece bastante agradable. De repente oigo a alguien comentar "Nos a tocado con la Pantoja". Pensandolo bien, sí, se parece a la Pantoja. Me tengo que aguantar la risa porque no quiero parecer una loca riéndome así de la nada.

Nos da una chapa sobre lo importante que es esforzarse y que debemos fijarnos unos objetivos. Tampoco la escucho mucho, dudo que merezca la pena. Miro el horario que nos han repartido y reconozco dos nombres. La profe de filosofía me dió clase en 2° y el de gimnasia en 2° y 4°. No es que fueran mis preferidos, aunque al menos los conocía, pero aún así seguía pareciendome horrible que hubiesen quitado bachiller en mi antiguo instituto por haberse juntado con este.

Me había costado asimilarlo, pero creo que nunca llegaría a conseguirlo del todo.
De repente todos comenzaron a levantarse, la tutora había pedido que nos pusieramos al fondo de la clase para colocarnos en los pupitres.

Tendré que pasar por delante de todos, que vergüenza, solo me apetece volver a mi camita y arroparme. Ya está, ha dicho mi nombre. Me dirijo hasta la mesa que me ha señalado y me parece que un par de chicos me miran. Será mi imaginación, los chicos nunca me miran. Tampoco me giro para comprobarlo.

Al fin nos dice que nos podemos ir y nos recomienda que aprovechemos este último finde de libertad, ¡Vaya ánimos!

Ya había organizado esos tres días con todo detalle, no pensaba pisar mi casa más que para dormir y ducharme. Pero lo que esperaba con más ganas, era que por fin llegara el sábado para poder salir de fiesta con mis hp's.
Así es como nos llamamos mis amigas y yo, ni si quiera recuerdo de dónde vino el nombre, pero bueno, así se había quedado y no pensabamos cambiarlo.

Por fín era sábado. La verdad es que las cosas parecían ir yendo a la perfección, algo que últimamente no solía pasar. Sabía que de un momento a otro todo, en plan efecto mariposa, empezaría a ir todo mal.

Y efectivamente... Dos de mis hp's se echaron para atrás en el último momento, asique tuve que salir con Gloria y sus primas mayores de fiesta. La verdad, fue un coñazo, lo único bueno de la noche fue el Daikiri de fresas que me tomé... No se porque me sorprendió, porque la mayoría de las veces que planeaba salir de fiesta me acababan dejando tirada o acababa de mal humor. Quiero mucho a mis amigos, pero en algunos sentidos son un completo desastre.

El domingo, quedé con Javier para dar uno de nuestros maravillosos paseos y ponernos al día, si lo que había dicho la tutora era verdad, no estaba segura de tener mucho tiempo para cosas como esta en el fututo. Adoraba pasar el tiempo con él.

Por muchas veces que quedaramos, nuestras conversaciones siempre trataban de lo mismo. Él me contaba sus problemas en casa. Yo le contaba como el imbecíl de Hugo había vuelto a romperme el corazón con alguna de sus estupideces o que habíamos vuelto a discutir.

Sabía que Hugo no cambiaría nunca. Llevaba dos meses sufriendo detrás de él. Aunque estuvimos poco tiempo juntos, me había hecho sentir especial y me había ilusionado bastante. La excusa que utilizó para dejarme, esa mierda de "no eres tú, soy yo", no me había permitido olvidarle, y además, seguíamos hablando como antes. Solo que yo me había enamorado, y él, había fingido estarlo.
 
Javier era de las pocas personas que sabían que aún sufría por su culpa. A los demás, había conseguido convencerles de que estaba bien con la mejor de mis sonrisas. La verdad es que podía tirarme un día sonriendo, y a la vez, sentir unas ganas de llorar tremendas. Pero eso, prefería guardarmelo para cuando estuviese en mi casa, sola, sin que nadie me viera.

Pero la verdad era, que mis sonrisas eran cada vez más sinceras. Supongo que tanto llorar acaba por cansar. Y estaba volviendo a ser, poco a poco, la chica tonta y un poco loca que todos habían conocido hasta mayo de aquel año.

Aún así, sabía que faltaba algo. Algo que me devolviera las ganas de sonreir con cualquier cosa. Y tenía muy claro, que eso no lo iba a encontrar en ningún chico. Al fin y al cabo, no dejan de ser todos unos estúpidos y unos aprovechados... ¿O no?