Quiéreme...

III

El primer día de clase estaba siendo una mierda. Javi está sentado en el primer pupitre de mi fila, y es imposible hablar con él. Fátima está un par de sitios detrás mio en la fila de al lado, así que tendré que conformarme con eso.

De momento la única profesora que me ha caido bien es la de química. Acaba de terminar la carrera, así que aún no ha podido convertirse en una vieja amargada.

Ya solo queda una hora. El día se está haciendo eterno. Solo es el primer día y ya tenemos deberes de algunas asignaturas. Se acabó eso de quedar cualquier día incluso por semana.

Lo único que los profes han repetido todo el día es: Selectividad, buenas notas, futuro, esfuerzo... Esas palabras no paran de repetirse en mi cabeza. Ni si quiera se qué quiero estudiar en un par de años y ya nos meten esta presión. Va a ser duro.

A pesar de que (por lo menos en la ESO) saco buenas notas, nunca atiendo en clase, asique llevo toda la mañana mirando de reojo a todos mis compañeros, analizándolos poco a poco.

No me gustan mucho, la verdad es que mi clase del año pasado era muy distinta...

Un chico me ha llamado algo la atención. Parece muy agradable. Es alto, piel canela, espalda ancha y tiene el pelo negro. De momento es lo que se de él. Tampoco tengo intención de conocerlo más que eso.

Seguro que, como es de mi tipo, acabo pillandome por él, lo que no tendrá sentido, porque seguro que tiene novia, o es un ligón o... Bueno, o seguro que no se fija en mi. Además, paso de conocer a nadie.

Hoy Hugo me ha mandado un mensaje preguntandome qué tal todo. Como siempre, le he contestado como si no me doliese el no importarle. Llevamos toda la mañana hablando tan alegremente. Cuando quiere es tan adorable...

Mmmm... ¿El chico moreno me acaba de mirar? Naah, será mi imaginación. Seguro que mira a la chica de la otra fila que parece bastante mona y extrovertida. Sí, seguro que es eso.

¡Ay!, otro mensaje de Hugo. Lo mejor será no contarle a Javi que le estoy volviendo a hablar como si nada. Seguro que me echa la misma mirada de siempre.

Lo peor es que se que tiene razón...

¡Por fín ha sonado el timbre! Ahora toca matemáticas. Pero bueno, voy a aprovechar el descanso y voy donde Javi.

Una chica que está cerca de nosotros empieza a cotillear y reirse con, entre otros, el chico moreno. Y de repente, la chica, se nos acerca sonriendo: -Hola, me llamo Rocío, aunque todos me llaman por mi apellido, Quintana.
Yo, como buen tomate que soy, empiezo a ponerme algo roja. No pierdas los nervios, se amable me digo: -Hola, soy Laura, y este es Javi.

-Oye, ¿Os puedo hacer una pregunta?

-Sí, claro.- Respondemos los dos

-¿Sois novios?

Creo que mi cara empezó a ponerse morada. Me eché a reir. ¿Cómo podía preguntar algo así? -Claro que no, solo somos amigos, buenos amigos, pero solo eso. -Le digo.

-Aah, pensaba que si, esque siempre estais juntos, y os reis mucho. Ya lo siento. - Dice riendose.

Veo como la mira Javi, creo que le gusta, asique me apresuro a decir: - La verdad es que ninguno tenemos pareja. Estamos los dos libres.

De pronto llega el profesor de matemáticas y volvemos a nuestras mesas. Al menos he conseguido hablar con alguién, aunque creo que aún sigo roja de la vergüenza.

Por fín ha pasado la última hora. Somos libres, más o menos. Por fín puedo sacar el móvil y hablar tranquilamente con Hugo.

Acabé los deberes antes de lo que esperaba, así que he quedado con Tania para dar una vuelta por el centro comercial y ponernos al día sobre el primer día de clase.

Sigue riéndose por lo que me ha pasado esta mañana -¿Enserio pensaba que tú y Javi estais juntos?- Dice casi llorando.

Entiendo que se ria. Para mí Javi es más como un hermano o algo así. Y tampoco es... Mi tipo.

Llego a casa justo para cenar. Después me voy a mi cuarto y me tiro un buen rato hablando con Hugo. Me quiero ir a dormir pero me pide que me quede hablando con él.
Soy tan estúpida, que como siempre, él ha vuelto a quedarse dormido mientras hablabamos, cuando era yo la que tenía sueño...

Me despierto algo triste, pero cuando miro el móvil, veo un mensaje suyo: Siento haberme quedado dormido. Esque tardabas en contestar y cerré un momentito los ojos. (Caritas mandando besitos y corazones)

Típico de Hugo... No le daré importancia. Se ha quedado dormido, no es para tanto.

Las clases se hacen aún más eternas que el día anterior, aunque en cmc hemos ido a ver una peli.

Fátima y yo hemos estado haciendo una lista con los chicos de clase. Las dos hemos coincidido en todo. Hemos llegado a la conclusión de que el único que merece la pena es el chico moreno.

He descubierto que se llama Iván. Al parecer tiene un año más que yo porque ha repetido un curso, es decir, que el año que viene ya será mayor de edad.

Hugo y yo hemos vuelto a discutir a última hora. Se lo cuento a Javi, que me abraza muy fuerte y me dice que no me preocupe. El chico moreno baja delante de nosotros las escaleras.

Va solo, escuchando música. Tiene algo misterioso. Parece un poco malote aunque también el típico graciosillo. En clase ya le he visto hacer el tonto con los otros chicos.

Una de las veces hasta se me escapó la risa, pero creo que nadie se dió cuenta.

Voy a casa, me pongo los cascos y escucho una vez más "Te me vas" de Prince Royce, al tiempo que la sonrisa se me borra de la cara.
Últimamente escuchar bachata cuando estoy triste se está convirtiendo en un ritual...