El Diablo del Sharingan

Capítulo 82

Yo..

Bueno, gracias por las críticas constructivas. No tengo nada más que decir...

Disfruta el capitulo...

capitulo 82

El sueño de un emperador

Tsunade y los demás miembros de la delegación esperaron ya que el líder que había aceptado todo este proceso aún no había llegado. Francamente, la opinión de cada miembro era bastante diferente cuando se trataba de lidiar con la resistencia.

Sasuke prefería la aniquilación total, Kakashi al menos quería negociar, al igual que Lee quien aún tenía la esperanza de que sus antiguos amigos y compañeros vieran la luz. Tsunade solo quería desterrar a los ninjas y su cultura violenta de sus tierras, enviarlos lejos para que nunca regresen.

Naruto era el único que esperaba la paz con el shinobi, que todavía estaba dispuesto a darles la oportunidad de terminar esta guerra. Fue bastante irónico cuando el Emperador mismo comenzó toda esta guerra en primer lugar. A veces no podía entender a su hijo adoptivo.

Cuando entró en la pequeña habitación, su respiración se detuvo. Vestido con su túnica de emperador que consistía en un chaleco antibalas y pantalones caqui. Sobre sus hombros descansaba una sencilla capa blanca con el símbolo de la esvástica y la marca del águila. Una máscara facial similar a la de Kakashi, y allí estaba él, la viva imagen del Cuarto Hokage solo que con cabello liso esta vez y ojos oscuros.

Tenía que admitir que se sentía muy orgullosa de llamar a ese hombre su hijo, aunque no fuera de su sangre.

A juzgar por el leve sonrojo en sus mejillas, Haku lo había despedido con un bonito regalo de despedida. Tsunade solo pudo sonreír, le había prometido a la emperatriz que protegería al emperador que ahora iba a ser padre, aunque él no lo supiera. A cambio, Haku había prometido revelarle las buenas noticias cuando regresara.

"¿Todos listos?" preguntó Naruto alegremente, recibiendo una respuesta entusiasta de Lee, un asentimiento de Kakashi y Tsunade.

"Sigo pensando que esto es un error. Podemos cancelar esto e ir por unos tragos. Mi invitación..." ofreció Sasuke, lanzando una mirada mordaz hacia Tsunade, quien de repente encontró la oferta de Sasuke bastante tentadora solo para ser interrumpida por la tos ligera de Naruto.

"Bueno, te retendré una vez que regresemos después de nuestro exitoso viaje ...", dijo Naruto con confianza.

"Naruto, aunque quiero irme. Podemos dejar este lío, si daña tu seguridad..." dijo Tsunade preocupada, mientras negaba con la cabeza. El niño era tan terco como su madre.

"Sé que todos ustedes piensan que estoy cometiendo un error e incluso me consideran un tonto. Ustedes tienen sus razones para oponerse y yo tengo las mías para ir..." dijo Naruto enigmáticamente.

"Naruto-kun, iré contigo. Pero si explicas tus razones quizás pueda satisfacer a los demás también..." sugirió Lee, recibiendo una leve sonrisa del emperador.

Todos miraron hacia el hombre mientras caminaba hacia el pequeño balcón de la habitación, observando la floreciente capital de Tokio frente a sus ojos. Podía ver que la gente era feliz, humanos que pertenecían a diferentes naciones. Sí, había manipulado sus mentes y les había hecho olvidar su antigua rivalidad. Era un pecado por el cual felizmente enfrentaría el castigo algún día...

"Quiero que nuestros hijos tengan un futuro. Si no ponemos fin a nuestro conflicto con los shinobi, nuestros hijos sufrirán. Sé que las posibilidades de éxito son escasas, pero quiero intentarlo porque no quiero que el pequeño Obito crecer solo para morir en una guerra que podríamos haber terminado. Si algún día tengo un hijo, quiero que tenga un futuro. Llámame idealista, tonto, pero lo intentaré. Porque esto es lo que soy. , y este imperio pacífico que todos nosotros hemos trabajado tan duro para construir debería ser mi legado para nuestros hijos y sus hijos cuando muera. Es lo que quiero con todo mi corazón..." explicó Naruto pacientemente,