El Diablo del Sharingan

Capítulo 88

Yo...

Hora de la batalla...

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capitulo 88

El Encuentro Astarté

Un joven Anbu que llevaba la máscara de un mono estaba bastante ansioso. El chico de dieciséis años que también resultó ser el último heredero de su clan temía la batalla que se avecinaba. De pie sobre uno de los acantilados lejanos, su única sensación de consuelo era la alta figura de su comandante supremo. La sola presencia de Shino Aburame fue suficiente para calmar los nervios de Konohamaru.

"Finalmente se movieron..." dijo Shino de repente, sacando a Konohamaru de su trance.

El novato Sarutobi que acababa de terminar su entrenamiento Anbu rápidamente avanzó y observó el movimiento enemigo con la ayuda de sus binoculares. Para su total sorpresa, las fuerzas enemigas se movían de la misma manera que había predicho Shino.

"Comandante, esto es..." respondió Konohamaru.

"No lo pierdas, Mono. No importa la ventaja que tengas en la batalla, nunca subestimes el deseo de ganar del enemigo..." advirtió Shino, haciendo que su aprendiz mirara hacia abajo tímidamente.

"Lo siento..."

"Seguiremos adelante con el plan establecido. 1er grupo, ¡Carga!" ordenó Shino, su voz transmitiéndose a través de los dispositivos de comunicación de sus fuerzas que luchaban cerca de la fortaleza.

El Mago entrecerró los ojos, cuando sus fuerzas previamente en lucha interna se fusionaron como una sola y comenzaron a cargar hacia la fuerza principal del enemigo. El que probablemente sería requisado por Gaara.

"Así comienza..."

Gaara tenía una expresión neutral en su rostro, su comportamiento nunca cambió incluso cuando las fuerzas enemigas dejaron de luchar entre sí y ahora se dirigían hacia él. Liderando el grupo no estaban otros que sus propios hermanos, Temari y Kankuro.

"Gaara-sama..." advirtió Amon, el segundo al mando de sus fuerzas de batalla.

"Sí, su trampa era demasiado obvia desde el principio. Si quieren morir, les concederemos su deseo. Permita que las formaciones de batalla, el 1.er y 2.º batallón se mantengan alejados del camino y sigan avanzando hacia el frente. " ordenó Gaara,

"¿Te refieres a evadir al enemigo?" preguntó Amón sorprendido.

"Sí"

"Pero, ¿y si son atacados por el enemigo?"

"Entonces tomaremos contramedidas. Por ahora, ejecute las órdenes que le han dado, Capitán Amon..." dijo Gaara estrictamente, recibiendo un saludo seco a cambio.

"Haremos lo que dice, comandante..."

Contrariamente a las expectativas populares, Gaara había tomado medidas cautelosas. En lugar de pararse al frente, se había colocado en la retaguardia de su grupo. Desde la plataforma elevada en la que se encontraba actualmente, podía observar fácilmente el campo de batalla y ordenar a sus tropas en consecuencia.

"Gaara, una de las primeras lecciones de la guerra es que el comandante no debe caer. Eso destruiría la cadena de mando y sería una victoria fácil para el enemigo. Un comandante sensato debe mantener el control sobre sus fuerzas, purgar el caos y el pánico. de destruir a los soldados. Ese es tu deber, y no algunas acciones heroicas que se retratan en las películas..."