El vuelo de Vermont a California duró nueve horas y media por lo que aterrizamos a las tres de la mañana aproximadamente horario Vermont, pero en California el reloj marcaba las doce por la diferencia de tres horas que hay entre ambos estados, el camino del aereopuerto al departamento tomó treinta minutos en lo que esperamos un taxi de sitio, así que en teoría fueron veinte minutos de camino.
Creí que tendría tiempo suficiente para dormir y descansar por el ajetreo de los últimos días, pero nadie me dijo que los viajes en avión eran más incómodos que dormir en la banca al fondo del salón mientras él maestro de ciencias explicaba alguna clase de algún tema, contando que Lina no soporta tanto tiempo estar quieta en un mismo lugar, y tendría que escucharla quejarse hasta que el sueño la venciera.
Pero por alguna sagrada y extraña razón Lina se la pasó pensando al aire y sólo hablaba si yo le sacaba conversación alguna, no se pasó criticando las fotos que aparecían en su Instagram ni hablando de los chismes que siempre llegan a sus oídos. Pero después pensé en que alejarse de su familia le había afectado más de lo que imaginaba, así que decidí no preguntarle nada.Desperté a las diez a.m cuando papá y Lina ya se habían levantado, mi amiga y yo dormimos en la única cama que había en el departamento así que papá tuvo que dormir en el suelo.
—Buenos días cariño, ¿Cómo amaneciste?
—¡Aay no papá horrible!, siento que el camión de la mudanza me pasó encima
—Pues a mí me pasaron ambos camiones encima— y rió seguido de mí— Yo ya volví de comprar unas cosas para la comida, preparé blanquillos revueltos con jamón, si quieres linda
—Gracias papá, me voy a duchar y ahora desayuno, ¿Y Lina?
—Está en el patio, se despertó temprano, y tomó una malteada, me dijo que quería tomar algo de sol
El patio era más chico que el de la antigua casa, y la salida estaba junto a la cocina, además había una ventana frente al lavaplatos por la que me asomé para ver a mi amiga.
—Buenos días, ¿qué tal amaneciste?
—Hola, bien algo cansada— claramente aún no quería hablar mucho, pero no me dí por vencida
—La piscina está linda, y es amplia
—Si, me gusta el jardín, es pequeño pero cómodo y las plantas lucen bien— obviamente no quería que le preguntara nada más, ella nunca hablaba de plantas ni siquiera pone cuidado a esas cosas
—Me voy a duchar para desayunar, ¿te parece si comemos juntas?
—Claro voy sirviendo en lo que bajas— bien ahora sí me preocupé, mi amiga se ofreció a ser servicial
Cuando salí al patio nuevamente, Lina puso en una de las mesas los platos de la comida y una malteada que me preparó.
—Gracias por la malteada, no se como papá se pudo levantar tan temprano para hacer el dayuno
—Si, yo hubiese descansado todo el día
—¿Dejarías morirme de ambre?
—Ibas a poder pedir servicio de comida rápida— reímos
Despues de un rato, el carro de la mudanza llegó y comenzamos a bajar todas las cosas.
Nos llevó todo el día subir las cosas a las recámaras, había dos en el piso de arriba, una tenía un lindo balcón con vista al jardín, y junto estaba la otra recámara, es decir la de papá, por ningún motivo podía rechazar la oferta de la recámara con balcón.
La sala estaba en la entrada al departamento y de lado izquierdo se encontraban las escaleras, la muebles de star que trajimos de Vermont no se acomodaban bien en la nueva sala, así que papá decidió dejar sólo la mesa de centro y un sillón, junto con el televisor. Le dimos la idea de vender los otros muebles y con el dinero comprar un nuevo sofá.
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A CAUSA DE TI | Escribiendo
Fiksi RemajaLA VIDA DE KRISTEN ERA PERFECTA, O ESO ERA LO QUE ELLA PENSABA HASTA MUDARSE A CALIFORNIA, Y ÉL... SE VOLVIÓ UN VICIO QUE NO PUDO CONTROLAR Está es mi historia, Yo Kristhen Rose Thompson, una chica de 18 años, sensible pero no sumisa que se propuso...