Era domingo por la mañana y también era el día en que dejaríamos nuestra vida en Vermont, toda mi infancia la pasé allí y me costaba creer que iba a comenzar una nueva etapa y una nueva vida. Aquella casa que estaba a punto de dejar se quedaba llena de recuerdos lindos y tristes, fue la primera casa que mis padres lograron comprar a los dos años de casarse y mamá sólo pudo disfrutarla un año con vida. Mi abuela antes de vivir en California vivió aquí en Vermont, y fue como papá y mamá se conocieron y se enamoraron, luego de que mamá falleciera la abuela Emma decidió irse a un lugar más tranquilo y vendió su antiguo departamento, decía que era mucho espacio para ella sola y la llenaba de tristeza, por lo que le costó aún más trabajo superar la muerte de mamá, eso era lo que alguna vez me contó mi padre.
Lina también estaba triste por el gran cambio que implicaría mudarse, además de un nuevo lugar para vivir, iba alejarse de su familia de un día para otro, y aunque sólo sería un año nunca se había separado antes de ellos, y ella sabía que también sus padres lo estaban pasando mal por no poder viajar juntos en ese momento, pero cambiar de vida con toda la familia no era tan fácil, al menos nos tendríamos las dos para pasarla mejor y adaptarnos a nuestra nueva vida en California.
Estaba terminando de empacar mis cosas para bajar las maletas con el resto de la mudanza.
Tomé una caja que estaba en mi cama para guardar el peluche que me regaló mamá, en esa caja iban todos sus recuerdos, sus fotos y algunas pertenencias especiales que guardaba papá, como regalos que se hacían en su noviazgo.—Kris, Ethan está aquí— me avisó Lina desde el piso de abajo
Salí de mi habitación para recibirlo y ayudar con lo demás.
—Hola cariño— lo saludé con un beso
—Llegó el día
—Así es, sabes lo mucho que me cuesta todo esto y te agradezco que estés conmigo
—Es lo menos que puedo hacer
—Ethan pase lo que pase, estaré para ti cuando me necesites y prométeme que nos esforzaremos juntos para que esto funcione
—Claro bebé— beso mi mejilla
—Ethan, que bueno que estés aquí, me gustaría hablar contigo un momento— dijo papá
—No podía faltar hoy señor, ahora vuelvo Kris
—Papá el carro de la mudanza no debe tardar en llegar
—Avísame cuando llegue linda.
Lina y los Miller estaban charlando en la cocina mientras aún estaba todo tranquilo.
Un rato después subí a la recámara vacía y le pedí a mi amiga que viniera conmigo.—¿Qué pasó?— me preguntó
—No había tenido tiempo de darte algo luego de todo lo que hemos pasado esta semana
—Si han sido bastante locos éstos días
—Es un regalo por nuestra graduación, espero que te guste— tomé una pequeña caja roja para entregársela
—Kris no hacía falta& dijo a la vez que lo tomaba
—Solo es un pequeño detalle& abrió la caja y vió el lindo reloj rosa que había dentro
—Kristen Rose eres la mejor, como me regalas algo así
—Papá lo consigue a bajo costo— me reí junto con ella
—No, enserio, eres la mejor, ¡muchísimas gracias!— me abrazó dando pequeños saltitos— ¿y dónde está el tuyo?
—Mi padre sólo pudo conseguir tres relojes
ESTÁS LEYENDO
A CAUSA DE TI | Escribiendo
Novela JuvenilLA VIDA DE KRISTEN ERA PERFECTA, O ESO ERA LO QUE ELLA PENSABA HASTA MUDARSE A CALIFORNIA, Y ÉL... SE VOLVIÓ UN VICIO QUE NO PUDO CONTROLAR Está es mi historia, Yo Kristhen Rose Thompson, una chica de 18 años, sensible pero no sumisa que se propuso...