¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
꒦꒷ ¡! CAPÍTULO CUATRO . . .┊ ✦💭 Parte III. ¿Está nevando? ¡así es! ¡las flores también están floreciendo!
Luego arrugó los ojos. Sin embargo, sus ojos seguían cerrándose.
—Mmm.
Raon levantó la cabeza. La única luz mágica parecía haberse convertido en dos.
—... ¡Eek!
Raon se sorprendió y se frotó la boca.
Estaba babeando.
¡Swish, swish!
Raon miró a su alrededor en estado de shock. Sabía que no había nadie más en este laboratorio del sótano, pero habría sido vergonzoso si alguien lo hubiera visto babeando y adormilado.
—Ejem. ¡Hem!
Raon dejó escapar una tos fingida y sacudió ligeramente la cabeza.
‘¡Solo necesito hacer un poco más!’
Raon recordó cómo Cale le había dicho que necesitaba comer y dormir bien en un raro tono serio, pero decidió dejar de lado ese pensamiento por ahora.
Swoooooooosh-
Raon provocó una pequeña brisa con su maná. Copos de nieve blancos comenzaron a aparecer dentro de la brisa uno tras otro. Una sonrisa apareció en el rostro de Raon.
—... Bonito...
Esta brisa nevada se sentía mucho más suave y esponjosa que antes. Raon inconscientemente jadeó de asombro.
Parpadeo, parpadeo.
Sin embargo, sus párpados no lo escuchaban.
Raon se había ido a dormir a la hora de acostarse casi todas las noches desde que Cale comenzó sus vacaciones de vida más ociosa en esta residencia, excepto cuando estaba mirando las estrellas.
Tal vez esa fue la razón, pero incluso este gran y poderoso Dragón no pudo evitar que sus párpados se cerraran.
—N-no...
Raon gritó: “No”, pero su cabeza redonda siguió cabeceando y bajando.
Swoooooooosh-
La brisa de nieve también desapareció lentamente.
Raon, que estaba sentado en la silla de Rosalyn, arrugó los ojos.
Flash, flash.
La luz mágica parpadeaba extrañamente.
¿Estaba a punto de apagarse? Esa luz parpadeante se sintió extrañamente distante para Raon.
